Análisis de San Andrés: una ola de destrucción sin fin con una trama insulsa y un reparto estelar en este blockbuster.
Después de que la traicionera falla de San Andrés finalmente ceda y desencadene con ello un terremoto de magnitud 9 en California un piloto de helicóptero de búsqueda y rescate (Dwayne Johnson) y su exmujer deciden ir juntos de Los Ángeles a San Francisco para salvar a su única hija. Sin embargo, este engañoso viaje hacia el norte es sólo el principio, y cuando creen que lo peor ya ha pasado…en realidad sólo acaba de empezar.
En ‘San Andrés’, el thriller de acción de New Line Cinema y Village Roadshow Pictures, vuelven a reunirse Dwayne Johnson a las ordenes del director Brad Peyton y el productor Beau Flynn, tras haber trabajado los tres en el éxito mundial Viaje al centro de la Tierra 2: la Isla Misteriosa. En el reparto también encontramos a Carla Gugino (Noche en el museo, serie de televisión El séquito), Alexandra Daddario (Percy Jackson y el Mar de los Monstruos, serie de televisión True Detective), Ioan Gruffudd (Los 4 Fantásticos y Silver Surfer).
CRITICA:
En medio de una ola de destrucción sin fin, que se muestra con los mejores efectos especiales, transcurre una historia simplona e insulsa de una familia que intenta sobrevivir como puede, en el que el cabeza de familia, interpretado por el luchador de lucha libre, Dwayne Johnson, con sus enormes bíceps puede con casi todo.
Si olvidamos las peripecias de los protagonistas, en el que en cada plano se nos muestra alrededor de ellos todo tipo de logotipos de empresas conocidas, a modo de anuncios, y la bandera americana ondeando, aunque no quede ya ningún edificio en pie, su recorrido en busca de la salvación, nos ayuda a ver como transcurre el terremoto, que siguiendo la falla de San Andrés, destruye California. Como al protagonista no le importa viajar por tierra, mar o aire, su punto de vista nos sirve para seguir los pasos de la destrucción, en el que ciudades enteras como San Francisco, son destruidas primero por una serie de terremotos, y finalmente por un gran Tsunami.
Los actores han realizado un buen papel, pero no se les ha sacado un buen partido, debido al guion, que se ha quedado corto respecto al resto de la película. Ante tal catástrofe tenemos una carencia de dramatismo absoluta, y falta de credibilidad. En medio de los derrumbes de rascacielos, y tsunamis que arrastran transatlánticos a la ciudad, los personajes se mueven a sus anchas saltando por edificios que se caen, o en pequeñas lanchas a motor.
No se ha escatimado en efectos especiales para mostrar la magnitud del gran terremoto, que podría ocurrir realmente en cualquier momento. En el primer terremoto se muestran unas impresionantes escenas en el que se destruye una gran presa, que sirve de aperitivo y de muestra de lo que va a venir a continuación. Si nos quedamos con la colección de escenas de catástrofe estaríamos ante el mejor documental de la historia del cine, pero al unir estas magnificas composiciones, con el resto, queda reducido a una buena película de verano, para pasar la tarde con palomitas y un refresco.
