Star Wars: Un icónico vehículo de la franquicia muestra sorprendentemente por qué el imperio siempre estuvo destinado a perder ante la alianza rebelde
Hay un vehículo de Star Wars muy conocido que muestra por qué el Imperio siempre iba a perder. Star Wars ha presentado al público numerosos vehículos y armas militares de aspecto atractivo desde su debut en 1977. Sin embargo, no todos son iguales. Si bien algunos han sido aterradores por su efectividad, hay un vehículo introducido durante la trilogía original que predijo la caída del Imperio.
El Imperio utilizó una variedad de caminantes. Los más conocidos fueron los AT-AT y AT-ST. Los caminantes, que representan transporte blindado todo terreno y transporte explorador todo terreno respectivamente, se usaban en la batalla como tanques andantes esencialmente masivos. Los AT-AT eran mucho más altos que los AT-ST y también tenían placas impermeables a las explosiones, mientras que sus primos AT-ST solo estaban ligeramente blindados. Fueron utilizados como vehículos de exploración y como flanqueadores para eliminar a cualquier enemigo que pasara a los AT-AT. Estos vehículos, sin embargo, tenían una debilidad explotable que demuestra por qué el Imperio siempre perdería ante la Alianza Rebelde.
Los caminantes AT-ST eran endebles
El Imperio usaba diferentes tipos de caminantes, todos ellos endebles a su manera. Una debilidad que todos compartían era la facilidad con la que podían hacer tropezar. En la temporada 2 de Star Wars Rebels, episodio 12 «Una princesa en Lothal», la princesa Leia Organa planea entregar barcos a los combatientes rebeldes con el pretexto de entregar ayuda humanitaria a los necesitados de Lothal. Cuando las cosas no salen según lo planeado, los rebeldes atacan a los imperiales, que están deteniendo las naves de Leia, y las roban. Esto permite a los rebeldes adquirir los barcos sin despertar sospechas en Alderaan.
Una de las cosas que utiliza el Imperio en su lucha contra los rebeldes son los caminantes AT-AT de cuatro patas. Estos andadores son más estables que sus homólogos AT-ST de dos patas. Sin embargo, eso no impide que los rebeldes les corten las piernas con sables de luz y usen barcos para derribarlos. Debido a que las patas mantienen el tanque tan lejos del suelo, la caída causa daños devastadores, dejando a los caminantes completamente inútiles. Esto permite a los rebeldes hacer un trabajo rápido con las fuerzas imperiales y robar los barcos sin problemas. Si bien el diseño bípedo del AT-ST les permitía moverse más rápido y ágilmente que los lentos y pesados AT-AT contra los que lucharon los rebeldes en Lothal, también los hacía menos estables. Dado que los rebeldes pudieron eliminar los AT-AT con relativa facilidad, los AT-ST eran casi ridículos en combate. Esto también se muestra durante la trilogía original, ya que cada vez que el Imperio usa AT-AT y AT-ST en combate, los rebeldes simplemente usan barcos que vuelan bajo para enrollar cables alrededor de sus piernas.
