Súper…¿Quién? divertida parodia del mundo DC con guiños a personajes como el Joker o Batman, aunque también se cruza de acera, para parodiar a los X-MEN o a los vengadores.
Súper…¿Quién? sigue a Cédric un actor que consigue su primer papel en una película de superhéroes del estilo de Marvel o DC. Una noche, cuando toma prestado el coche de la filmación, es víctima de un accidente que le hace perder la memoria. Cuando se despierta, vestido con su traje de justiciero y rodeado de los accesorios de la película, está convencido de que se ha convertido en el personaje de la película con una peligrosa misión que cumplir.
Philippe Lacheau dirige, esta divertida parodia de superhéroes, además de interpretar a Cédric como principal protagonista. Le acompañan otros actores como Élodie Fontan, o Jean-Hugues Anglade o Julien Arruti, que con sus peculiaridades y rarezas, complementan el ambiente de continua comedia.
Súper…¿Quién? comienza con una parodia del mundo DC con guiños a personajes como el Joker o Batman, aunque también se cruza de acera, para parodiar a personajes de Marvel como los X-MEN o los vengadores. Los protagonistas en la búsqueda de su amigo amnésico Cedric, que se cree un superhéroe, se ven arrastrados a innumerables líos, en los que acaban pareciendo a personajes como capitán América, aunque con una tapa de un cubo de basura de escudo, o a Thor, con una martillo medio roto de un taller, y a otros superhéroes, aunque sin ningún tipo de poderes y con gran torpeza y dificultad para salir a salvo de los líos en los que se meten.
La mayor parte de la película tiene efectos visuales y coreografía de luchas normalitas, acorde con los personajes, que realmente son personas normales, y un poco torpes. Pero en algunos momentos se deja ver efectos especiales, de fotografía y coreografías de lucha de un nivel que no tiene nada que envidiar a cualquier película de Marvel o DC Comics. Queda el mensaje de que ellos pueden hacer una película de acción de excelente nivel, aunque en esta ocasión están centrados en hacernos reír y pasar una velada divertida.
Aunque las bromas algunas veces pueden parecer un poco grotescas, y rozan el límite de lo que puede hacer enfadar a alguien susceptible, esto no evita que se pueda aguantar la risa. Es una película muy recomendable para ver en el cine y pasar un rato entretenido y divertido.