Los autores de Batman, Noche oscuras: Metal y Death Metal vuelven a reunirse para una obra sobre el bien y el mal y un montón de peleas.
Scott Snyder y Greg Capullo han sido pareja artística durante muchos años en Batman, y en los dos grandes crossovers de DC llamados a cerrar la época de los Nuevos 52 (de mejor o peor forma, pero lo lograron, más o menos), se conocen muy bien, y su regreso levantó expectación.
Al final no fue la gran obra que muchos esperan de ellos, sino un divertimento lleno de acción y monstruos. Una historia corta en la que ambos aprovechan para divertirse y mostrar su amor por las peleas, los demonios y el heavy metal.
El mundo está lleno de maldad, y la bondad lucha desde la inferioridad para hacer un mundo mejor. Pero no es solo un concepto metafísico, es el resultado de dos sustancias que potencian y aumentan lo que es natural en el hombre, el libre albedrío. Por lo que los tocados por “el cuerno” se ven tentados por el mal, y los que se acercan al “halo” pueden desarrollar una luz interior poderosa. Pero solo funciona en el grado que no te esfuerzas en resistir, o en desarrollar tu capacidad de tener fe en algo.
El argumento
La trama de cielo contra infierno llevado a un espacio terrenal no es nueva, ni original. Tampoco le importa lo más mínimo a Snyder y Capullo. El escritor crea un mundo donde los malos son monstruos y permiten a su amigo dibujar criaturas de pesadilla tan extremas como quiera, y dónde los buenos son samuráis, ninjas, gladiadores, caballeros de la mesa redonda, pero solo importa esa joven y su protector, un hombre de la “ primera especie”
Porque Tenemos Demonios trata sobre la fe, la familia, la amistad, el superar lo que nos limita y el saber distinguir entre ser un santo y ser bueno. Porque las buenas personas pueden ser violentas en su defensa de lo que vale en el mundo. La trama es bastante predecible, pero los personajes tienen carisma para que quieras seguir leyendo a pesar de poder atisbar fácilmente hacia dónde se dirige la historia. No es un cómic que vaya a pasar a la posteridad como “imprescindible” pero tiene potencia visual y está escrito con cuidado y cariño, lo que lo deja por encima de la media, aunque no muy lejos de ella.
El arte de Tenemos Demonios
Lo que eleva está obra es siempre el arte de Greg Capullo. El dibujante ha estado una época trabajando poco, haciendo solo lo que le ha apetecido, es una estrella y puede permitírselo. Pero una llamada de su colega Snyder y se puso en marcha porque sabía que se iba a divertir.
Capullo dejó huella en Spawn, pocos pueden llegar al nivel que demostró , y luego llegó Batman, que lo elevó más allá de los monstruos al top de dibujantes en USA. Pero recordemos que el artista ya escribió y dibujó una creación propia bajo el paraguas de McFarlane: The Creech. Que dejó claro que los monstruos no es que se le den bien, es que le encanta dibujarlos.
Así, deja una obra dinámica y llena de acción, dónde es más importante el espectáculo (hasta en el sermón de un predicador hay una búsqueda de impacto) que crear una obra elevada. Ha disfrutado dibujándolo, y eso se transmite al leer el cómic.
Tenemos demonios es un cómic para leer y sonreír, puro entretenimiento con un mensaje sencillo: Ser buenos o malos lo elegimos nosotros, y esforzándonos podemos marcar la diferencia, de ambas formas.