La séptima jornada en Sitges dejó buen cine y quizá por la calidad de las películas fue el mejor día del certamen.
Sitges se presenta ‘Only Lovers Left Alive’, la aproximación de Jim Jarmusch al vampirismo con la que Tom Hiddleston cambia de registro respecto al universo Marvel, y la israelí ‘Big Bad Wolves’, aterrador relato sobre el lobo feroz que late dentro del hombre, son otras dos serias aspirantes a estar en el palmarés. En la sección oficial también se presentaron la original ‘The Philosophers’ y ‘Gallows Hill’. En cuanto a nombres propios, el artista chileno Alejandro Jodorowsky fue el protagonista al proyectarse su trabajo ‘La danza de la realidad’ y un documental sobre su fallido proyecto de adaptar ‘Dune’.
En ‘Only Lovers Left Alive’, Jarmusch convierte una historia de vampiros en un tratado sobre el amor y la inmortalidad a partir de la relación entre Adán y Eva, dos no muertos que han pasado un tiempo separados. El relato, abierto a interpretaciones enriquecedoras, brilla por su atmósfera nocturna y el retrato de personajes, interpretados por Tilda Swinton y el citado Hiddleston, quien aparca su papel de Loki. Los asistentes aplaudieron al ver su nombre en los créditos. ‘Only Lovers Left Alive’ es una película maravillosa, si bien el ritmo del relato no convencerá a todos.
Los directores Aharon Keshales y Navot Papushado aúnan violencia y humor negro en la notable ‘Big Bad Wolves’, la mejor película de 2013 según la lista personal de Quentin Tarantino. El público asistente pudo comprobar por qué le ha gustado tanto a Tarantino esta retorcida historia de venganza que implica a un sospechoso de violar y asesinar a una niña, al padre de la víctima y a un policía.
‘The Philosophers’, de John Huddles, muestra a un grupo de estudiantes que participan en un llamativo experimento filosófico consistente en elegir, dentro de un hipotético apocalipsis, quiénes serían los elegidos para permanecer en un búnker y asegurar la pervivencia de la raza humana. La propuesta sobresale por su planteamiento y por el hecho de narrar el desarrollo de esa realidad ficticia. No obstante, el componente romántico afea su resultado.
Por último, ‘Gallows Hill’, del español Víctor García (en cuya filmografía figuran las secuelas de ‘Reflejos’, ‘Hellraiser’ y ‘House on Haunted Hill’), plasma el horror que experimenta una familia después de liberar a una niña que estaba cautiva en un viejo hotel de Colombia. Un producto genérico de terror que no encaja en la sección oficial de Sitges. En cualquier caso, entretiene en virtud de su alocado tramo final.