Winterworld, la obra inconclusa de Jorge Zaffino ve la luz en España por primera vez, una obra que ha influido en todo cómic postapocalíptico actual por fin llega a nuestras manos.
El mundo se congeló, y muchos no recuerdan cómo era antes del invierno. Sobrevivir es duro cuando simplemente dormir puede matarte. Winterworld es una tierra dura, cómo sus habitantes, pero un hombre, de buen corazón, pero no demasiado legal, necesitará mucha fuerza para sobrevivir, más aún si tiene que cargar con una adolescente.
Una de las obras postapocalípticas más recordadas y veneradas por los profesionales del cómic estadounidense por fin ve la luz en España. Aleta Ediciones nos trae las dos partes publicadas de Winterworld, que debería haber tenido una tercera, pero el fallecimiento de Jorge Zaffino, no permitió su conclusión. Esta historia es un clásico entre los relatos sobre futuros donde los desastres han hecho la Tierra casi inhabitable, y una de los primeros cómics que entierra en hielo y nieve la civilización.
La historia relata la vida de un comerciante, Scylly, en medio del páramo helado de lo que fue Estados Unidos. Un encuentro fortuito acaba uniendo su destino con el de una joven bastante rebelde, Wyn, y que acabará marcando su vida. Mientras asistimos a una relación forjada en la supervivencia pero que alcanza un nivel paterno filial, vemos cómo el mundo se ha vuelto loco, inhumano, cruel, el frío ha dejado a los más fuertes vivos, y al mando, pero eso no significa que sean los mejores hombres. Esclavistas, caníbales, o simplemente tiranos, lo peor del ser humano sale a la luz en los ambientes más extremos, pero también el valor y el amor. En la segunda entrega, Wintersea, veremos a nuestra pareja buscar los orígenes de la joven, y descubriendo que el mundo no ha cambiado tanto, que sigue existiendo el concepto de clases, y que las elites harán lo que sea por mantener su estatus quo.
Chuck Dixon planteó una historia sencilla, lineal, en la que poder hablar directamente de la especie humana, de cómo cambia, se adapta, pero adaptarse es ganar la capacidad para sobrevivir, no significa que sea buena o mala, esos conceptos morales se pierden, y pocos tienen la entereza de mantenerlos si tienen hambre y frío. Winterworld está más cerca del cómic de aventuras europeo o latinoamericano que del estadounidense, tanto en su estructura como en su desarrollo, una aventura pura sin cambios de dirección ni giros sorprendentes, un relato que lleva al lector y a los protagonistas a través de peligros y desafíos, mostrando su mundo, y finalizando cuando toda la tempestad ha pasado.
Lo que siempre se ha destacado de Winterworld es su arte. En blanco y negro, Jorge Zaffino plasmo su mejor obra, colocándose entre los maestros del blanco y negro, con unas tintas poderosas, y jugando con uno de los mayores miedos de los dibujantes, el espacio blanco. En un mundo helado, el blanco es omnipresente, y romper su quietud, aprovecharla, convertirla en algo más que papel, y que sea nieve, es un desafío que pocos pueden superar, y Zaffino lo hace. Sus personajes, tan diferentes, tan personales, tan definidos por su lápiz llenan las viñetas de un mundo cruel y duro, donde los hombres se han transformado en bestias, a veces, en supervivientes, las más, o en víctimas. Zaffino nos dejó antes de acabar su obra, con una tercera parte, pero nos legó dos que bien pueden colocarse entre lo mejor de su arte, rivalizando con genios del blanco y negro como Joe Kubert, Breccia o Colan.
Winterworld es una obra que merece la pena leer por lo mucho que ha influido en posteriores trabajos en mundos post apocalípticos, si no me creéis, leedlo y veréis mucho de lo que después Robert Kirkman planteó en Los Muertos Vivientes. Un clásico de aventuras, que, gracias a Aleta, al fin podemos disfrutar en España.
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