Aunque Spider-Man tiene un estricto código de no matar, la intervención de Wolverine hace que mate a una persona.
Esta historia tuvo lugar en Spider-Man vs. Wolverine, donde una situación extrema llevó al Hombre Araña a matar a otro personaje de Marvel. Lo interesante es que se demuestra realmente lo mortal que podría llegar a ser Peter Parker si quisiera. Por suerte tiene por norma hacer lo posible para que en sus batallas nadie muera.
Todo comenzó porque Peter Parker viajó a Alemania con el reportero de Daily Bugle, Ned Leeds, para investigar el asesinato de espías rusos en los Estados Unidos por la agente de inteligencia Charlemagne (Carlomagno). Una vez en Berlín, Spider-Man se encuentra con Wolverine de los X-Men, quien descubre la verdadera identidad del Hombre Araña y le dice que se vaya. Sin embargo, antes de que Peter pueda advertir a Ned Leeds, el reportero muere a manos de un grupo de asesinos.
Peter Parker quiere resolver la muerte de su amigo.
Spider-man se pone a investigar y descubre que Charlemagne y Wolverine son amigos y amantes. También se entera de que Charlemagne es el objetivo de diferentes de agencias de inteligencia de todo el mundo después de que ella mató a sus jefes rusos. Spider-Man y Wolverine derriban a los villanos que quieren matar Charlemagne, pero ella, sabiendo que es solo cuestión de tiempo antes de que la atrapen, le pide a Wolverine que la mate rápidamente. Logan acepta pero Peter Parker horrorizado decide que eso no es lo correcto.
Esto lleva a Spider-Man a luchar contra Wolverine para evitar que el mutante mate a la mujer. La pelea termina trágicamente cuando Spider-Man golpea accidentalmente a Charlemagne en la cara. Mientras Peter está horrorizado por lo que hizo, finalmente regresa a Nueva York y procesa su culpa con la ayuda de Mary Jane.