La diferencia entre el éxito y el fracaso de cualquier producción audiovisual es, en muchas ocasiones, la redacción de un buen (o mal) guion. Si no quieres que tu cortometraje o tu película sean un fracaso desde el comienzo, más vale que le dediques un poco de tiempo a ese script hasta que des con la estructura perfecta para tu proyecto. ¿No lo ves claro aún? ¡Entonces todavía no estás para rodar! Hacer un guion puede ser un proceso muy difícil y exasperante, pero te resultará mucho más fácil si nos acompañas con estas sencillas estrategias capaces de hacer que tu guion sea el mejor de los guiones.
Utiliza Mindmaster para organizar tus ideas
Cuanto más extenso el proyecto, más complejo el guion. Si tienes todas tus ideas enredadas, no vas a poder producir un guion adecuado y tu proyecto no va a tener el éxito que tú esperas. Es mucho mejor que te tomes el tiempo necesario para organizarlas y dejar que vayan tomando forma. Para esto cuentas con Mindmaster, una plataforma diseñada para que puedas realizar mapas mentales de toda índole y completamente a tu gusto, con más de 33 temas diferentes y más de 700 cliparts para que no te falte ni un solo elemento visual en tu esquema. Ver tus ideas desde tu propia estética relajará tus procesos creativos y te permitirá dar con esa clave que llevabas tiempo buscando para tu proyecto audiovisual.
Cambia frecuentemente de lugar
No escribas siempre desde el mismo sitio. Es mejor que dejes la rutina para Balzac y que tú busques tu creatividad en el movimiento. Cambiar de entorno y buscar otros espacios y contextos que te resulten agradables o estimulantes es una de las mejores formas de darle ese giro mental a tu guion para resolver esos problemas que no terminaban de encajar. ¡Además, siempre es bueno poder trabajar de vez en cuando en un Starbucks o en la orilla de una playa!
Aprovecha el impulso de tus ideas
Una de las ventajas de trabajar de forma móvil es que tus ideas se refrescan y se renuevan continuamente, pero una de sus desventajas es que a veces no dispones de los medios para anotarlas y aprovecharlas como merecen. Si tienes un arrebato de inspiración mientras vas en metro, mientras estás en clase o mientras caminas por un parque, no dejes que el contexto te condicione. Plataformas como Writerduet te permitirán aprovechar esas ideas desde cualquier lugar y sumarlas a todos los contenidos de tu guion, que podrás mantener en la nube para acceder a ellos en cualquier momento y desde cualquier rincón. Writerduet pasa a ser así, además, no solo una plataforma idónea para escribir, sino también para recuperar lo que ya has escrito y poder reorganizar y compartir tus ideas con cualquier persona.
Busca consejo profesional
Cuando tengas el guion en ese punto en el que está lo suficientemente avanzado como para poder compartirlo, pero aún no lo suficiente como para poder comenzar a rodar, quizá sea el momento de buscar consejo profesional. En este sentido, lo ideal es que acudas a tus profesores y mentores antes que a tus amigos o familia, pero ahora tienes la oportunidad de conectar con profesionales del sector de muchos otros países gracias a Coverfly. Aprovecha todo el potencial de las redes para tratar de desencallar ese guion que no termina de cerrar y dale vuelo a tu carrera.
Lee en voz alta
Leer en silencio y leer en voz alta son procesos muy diferentes que nos desvelan aspectos muy distintos de cada texto. Si tu guion se ve bien a los ojos, ponlo a prueba leyéndolo para tus oídos. Una de las mejores formas detectar problemas de redacción es grabarte leyendo tu guion y luego escuchar tu propia grabación. Al hacerlo, cualquier posible fallo o recargamiento en el texto te resultará mucho más evidente y podrás pulirlo antes de que tenga que pasar la prueba más severa, la del público real. Y no te preocupes si no te gusta cómo suena tu voz, ¡tú eres la única persona que la escucha así!
Evita las pautas normativas
Una tendencia de muchos guionistas principiantes es utilizar consejos normativos para construir sus guiones. Hay algunas pautas que pueden servirte, pero muchas otras están construidas simplemente desde convicciones arbitrarias de que los guiones deben hacerse de una manera determinada. El cine, como el arte, cambia continuamente y no puede estar sujeto a ninguna pauta normativa, por rotunda que parezca. No podríamos disfrutar del arte de Van Gogh si se hubiese dejado llevar por los consejos de su generación. Siempre es bueno escuchar las sugerencias, pero ten siempre presente que, a la hora de construir tu obra, es tu criterio –y solo el tuyo– el que debe predominar.
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