¡Vive Poniente! Analizamos el brutalísimo episodio 7×04 de ‘Juego de Tronos’ (Game of Thrones) titulado «Botín de guerra». ¡Cómo está esto!
¡Vaya auténtica pasada! Durante la madrugada de hoy hemos podido ver el 7×04 de ‘Juego de Tronos‘, episodio titulado «Botín de guerra«. Tras tres primeros capítulos muy intensos y contextualizadores, la serie de HBO que adapta la saga literaria Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martin ya ha puesto aquí toda la carne en el asador. Una carne bastante hecha, para ser honestos… ¡A continuación te dejamos el análisis del 7×04 de ‘Juego de Tronos‘! Como siempre, dividimos el análisis entre los distintos territorios donde ha sucedido la acción.
Invernalia: El regreso de la Stark más peligrosa de todos los tiempos.
Faltaba Arya Stark. El regreso de Sansa y Bran a Invernalia, así como la proclamación de Jon Nieve como Rey en el Norte, nos dejaba a Arya Stark suelta por Poniente tras su experiencia en Braavos. Una vez sabido que Jon reina en el Norte, Arya toma la decisión de volver a casa. El reencuentro con sus hermanos fue la prueba fehaciente de que ninguno de ellos es como antes. La traumática travesía que han debido sufrir les ha hecho lo que son a cada uno. Pero Arya es sin duda la más peligrosa.
No sólo porque Sansa se haya dado cuenta del peligro implícito en la «lista» de Arya. Ni tampoco que la hija pequeña de Ned Stark pueda vencer en combate a la intratable Brienne de Tarth. Sino porque el propio Meñique (Petyr Baelish) es consciente de que su divertido sendero norteño podría terminar en cualquier momento a manos de Arya. Un peligro con el que deberá encararse en los próximos episodios. Honestamente -y subjetivamente- creo que Meñique es carne de cañón en esta entrega de ‘Juego de Tronos‘. Su caída en la séptima temporada es la crónica de una muerte anunciada a manos de Arya Stark. Y si no, ¡al tiempo!
Rocadragón: Amor entre viadriagón y leyendas del pasado.
Es cierto que este episodio ha contado con muy poco desarrollo narrativo. Pero lo que hemos visto en Rocadragón es, nada más y nada menos, que el inicio del sueño romántico de muchos fans de ‘Juego de Tronos‘. La escena que protagonizan Daenerys Targaryen y Jon Nieve en una de las cuevas de Rocadragón entre viadriagón y leyendas del pasado es intensa y deja entrever lo que va a ser el futuro de la serie. Una escena que, dejando de lado el fan service romántico, tiene una importante trascendencia.
Daenerys Targaryen se niega a aunar fuerzas con Jon Nieve -todavía- si el Rey en el Norte no claudica e Invernalia jura lealtad a la legítima reina de Poniente. Pero después de lo que ha vivido el Norte con los reyes sureños es normal que Jon se niegue. La leyenda de la unión entre los Ándalos y los Hijos del Bosque para combatir a los Caminantes Blancos en el pasado sirve como nexo narrativo de lo que sucede en el presente. Una extrapolación que hace pensar a Jon sobre si claudicar o no. Especialmente tras conocer la historia de Daenerys y de su manera de lograr una hueste sin parangón por boca de Missandei. «Ella también fue elegida», asegura la esclava de Naath.
PS. Muy gratuita la llegada de Theon Greyjoy a Rocadragón. Pero al menos tuvimos ese esperado momento entre Jon Nieve y Theon. Una lástima que quedara tan escaso.
Desembarco del Rey: Cersei vuelve a demostrar que un Lannister siempre pagaba sus deudas.
Solamente hay una escena en Desembarco del Rey en el 7×04 de ‘Juego de Tronos‘. Una vez más, HBO saca a pasear el mapa de los Siete Reinos pintado en el suelo de la Fortaleza Roja (hay que usarlo, que para eso ha costado) y nos propone un intercambio de diálogos entre Cersei y Qyburn. Reina y Mano hablan acerca de la importante victoria cosechada en Altojardín. El hogar de la Casa Tyrell ha otorgado al ejército Lannister la posibilidad de pagar el dinero solicitado al Banco de Hierro de Braavos. Y reafirma el lema no oficial de la casa de Cersei: «Un Lannister siempre paga sus deudas».
Por fin llegó el momento de… ¡La sangre y el fuego!
«Sangre y Fuego». El lema de la Casa Targaryen por fin volvió a brillar en Poniente, para disgusto del ejército Lannister. La importante victoria en Altojardín se torna agridulce con la aparición de los dothrakis y de la mismísima Khaleesi a lomos de Drogón. Daenerys Targaryen asola las huestes lideradas por Jaime Lannister, Randyll Tarly y Bronn.
Esta es la primera victoria de la Madre de Dragones desde que apareció en los Siete Reinos. Cansada de esperar un camino que no sucede y renunciando a la opinión de Tyrion Lannister y Jon Nieve, Daenerys hace caso a la difunta Lady Olenna y se convierte en un dragón… ¡Acabando incluso con el propio Jaime Lannister! Pero, ¿está muerto? Os podemos asegurar que no. ¡Está vivito y coleando!