Como su nombre indica, el tercer tomo del supersoldado de Valiant, Bloodshot: Las Guerras Harbinger’, sirve de colofón a la primera saga de la editorial. Cierra tramas abiertas y amplia las que conocíamos para establecer el futuro de una serie que avanza pisando fuerte. Como un bombardeo de fuego y acero.
Hace no mucho hablábamos de los dos primeros tomos de Bloodshot, los tres de Harbinger, y el crossover Harbinger Wars, toda este primer año de publicación de las dos series, y la primera saga Valiant, se acaba en ‘Bloodshot: Las Guerras Harbinger’ el tercer tomo publicado en España de la colección, y que tiene mucha relación con tan comentadas guerras. Si bien las dos series están relacionadas, es en este tomo donde se cuenta con detalle los enfrentamientos del experimento mas mortal del Proyecto Espíritu Renacido y donde acaba la guerra definitivamente. El conflicto finaliza con mas bajas de las esperadas y con grandes cambios, muchos secretos descubiertos y muchos misterios por aclarar.
Abandonamos a Bloodshot huyendo con un puñado de niños con poderes, de “psiots”. Tras la batalla en las instalaciones el pálido soldado decide guiarlos mas allá de las murallas que fueron toda su vida. Una forma de redención por sus crímenes pasados, muchos de ellos sobre estos mismo niños. Pero no los dejarían huir fácilmente. El Proyecto Espíritu Renacido les sigue, pero con ayuda inesperada del otro gran jugador en este tablero tienen algo de ventaja, Harada de la Fundación Harbinger también quiere a esos niños. ¿Y el resto de los fugados?. Como se vio en El tomo principal del crossover, se han ido a Las Vegas y han organizado un lío de aquí te espero. ¿Dónde ir? ¿Qué hacer? ¿Aguantaran todos esta situación loca y desconocida? Muchas preguntas al principio de la lectura. Y nuevas que surgen. El lector se encontrará todo lo que se le pide a un cómic de acción, y también muchos descubrimientos sobre Bloodshot, no solo de disparos vive el hombre.
Duane Swiercynski es un guionista muy inteligente y conjuga las batallas y la acción con momentos de reposo y descubrimiento. Los personajes, hasta los mas secundarios, ganan fuerza con poco. Y las decisiones de cada uno los llevan a diferentes caminos. El escritor aprovecha para contar todas las partes que en el crossover se quedaron un poco escasas y añade mucho mas de Bloodshot. El supersoldado tiene muchos secretos y la mayoría que se descubren son ta sorprendentes para el como para el lector. La capacidad de atrapar de la serie sube en cada numero. Y la acción también. Ha pasado de pelear con militares que lo persiguen, a asaltar cuarteles de alta seguridad, a batallar hasta destruir pueblos, y dejar una de las ciudades mas insignes de USA como para darle un par de repasos con excavadoras para retirar restos.
En el terreno gráfico Valiant sigue siendo un valor seguro. Opta por dibujantes que sean capaces de narrar historias sin hacerlas confusas por la abundancia de acción. Barry Kitson es el vivo ejemplo. Se ha dado vueltas por las grandes, Marvel y DC, por grandes personajes, Batman, y ha sabido desarrollar una capacidad de contar con soltura, y de mostrar muchas cosas, y no tiene la necesidad de hacer grandes imágenes para vender pósters. Narrador de altura, pasas cada pagina sin duda sabiendo que detrás habrá aún mas que disfrutar.
Para acabar decir que este tercer tomo viene de una gran entrada, y que las Guerras Harbinger en lugar de detenerlo un poco para involucrarlo en el universo Valiant, lo complementa. Y parece un poco extraño decirlo, pero el final del tomo deja todo abierto a cambios, posiblemente grandes y hasta revolucionarios. Y en una serie que apenas había alcanzado los 13 números en su publicación original es decir mucho.
Se espera mucho de este soldado pálido que no puede morir. La que muchos tildaban de extraña mezcla de Lobezno y el Punisher, ha ganado mucha entidad y se ha alejado de esas influencias que pesan sobre casi cualquier personaje que use armas y tenga la etiqueta de “violento” De momento estamos en la adolescencia, y estamos muy pendientes de ver como llega a la edad adulta. Si de niño destruye ciudades, ¡No puedo esperar a ver que haga cuando llegue a la mayoría de edad!
