Nueva entrega de Bribones, la saga de Espada y Brujería de El Torres. Esta vez, ha decidido que los Mitos De Chtulhu merecen una patada en el culo, así que les da doscientas para que no se levanten.
Si eres fan del género pulp de seguro que has oído hablar de Fahr y el Ratonero Gris. Si te gusta la fantasía has leído algo de Pratchett casi seguro. Y si te gusta el terror sabes quién es H.P. Lovecraft y sus Mitos. Y si has leído las entregas anteriores de Bribones sabes que todo eso está aquí, y que la aventura y la diversión está asegurada.
Una serie que ha tenido una larga vida en varias editoriales, y hasta un juego de rol, vuelve a nuestras estanterías, Bribones, la saga de Bram y Weasel, los mercenarios más duros, los juerguistas más alocados, y los héroes menos ejemplares. La creación de El Torres sigue siendo en buena forma, y lo demuestra con una historia que hará las delicias de sus seguidores, y también de todos aquellos que gusten del humor y la aventura. Y aquellos seguidores de Lovecraft que sepan aceptar que un homenaje puede tener mucho de parodia, y que la interpretación de todo un universo en poco más de 100 páginas necesita muchísimo trabajo, encontraran una visión de Chtulhu y sus mitos profunda, alocada, histriónica, y que merece mucho la pena.
Todo comienza cuando nuestros protagonistas acaban poseyendo un artículo mágico, el ojo de Byastis, tras una accidentada aventura, muy típico en Bram y Weasel, meterse en líos y sin saber que han hecho realmente. La maldición que acompaña al artefacto hace que se desencadene una serie de eventos catastróficos que pueden llevar al fin del mundo, a la llegada de los dioses antiguos, y del primigenio más poderoso: Chtulhu. Pero eso no evitara nuestra pareja el beber, tener sexo desmedido ni hacer bromas en el momento más inoportuno. Son Bribones, y siempre están en un lío, solo que esta vez, hay más tentáculos y babas, Fthang!!
El Torres es uno de los guionistas más prolijos que tenemos el placer de poder disfrutar en esta piel de toro nuestra. Le da igual el género, aunque destaca enormemente en el terror, y solo le limita el tiempo y el dinero para seguir publicando joyas como ésta. Sabe cómo hacer que riamos, que nos emocionemos con momentos épicos, y sobre todo que estemos pegados al papel, esperando ya sea una batalla, un chiste, o una situación surreal. Porque si algo destaca en Bribones: Sombras sobre Gerada, es el amor por el género pulp, por Pratchett, por Conan, por Fritz Leiber, por Lovecraft.
Pero dejando atrás el divertimento, El Torres hace gala de su profesionalidad con una historia bien estructurada, con sus vueltas y giros para mantener la tensión. Y si en algo destaca el escritor es en los diálogos, frescos, rápidos, simplemente perfectos. Si añadimos en el homenaje a Lovecraft la exactitud al usar sus criaturas como los perros de Tindalos, los profundos, Shantak, y demás parafernalia como el Necronomicon o R`lyeh, deja una obra redonda que homenajea y parodia notablemente los Mitos.
El arte viene de las manos de Rukikun, un autor malagueño que se estrena con Karras y que deja muy buen sabor de boca. Con un estilo muy cercano al manga, estiliza a los personajes y los dota de una gran gestualidad. Dinámico y con un buen control de la composición es claro y definido en la narración. Si bien tiene algunas de las características que menos suelen gustarme del manga, centrarse en figuras en detrimento del fondo, o simplificar líneas en planos generales, es un notable trabajo que queda perfecto con el tono rápido y alegre del cómic. Es un cambio respecto a los anteriores artistas como Ryp o Aldea, pero no desentona, y si bien no está aún a su altura, deja una obra profesional.
Para dejarlo claro, Bribones: Sombras sobre Gerada, es un cómic espectáculo, lleno de peleas, monstruos, aventura, risas y monstruos con tentáculos, el ambiente en el que Bram y Weasel brillan.