Christian Bale ha protagonizado varias películas que le obligaron a cambiar radicalmente su peso. Pero al aparecer, el ex Batman está dispuesto a dejar eso atrás y mantenerse plenamente saludable.
A lo largo de su carrera, Christian Bale es se destacó no solo por si nivel actoral, sino también por sus grandes cambios de físico. En muchas ocasiones, el actor ha perdido y ganado decenas de kilos entre papel y papel, pero parece que ya no está dispuesto a estos radicales cambios.
En una entrevista para CBS Sunday Morning recogida por Entertainment Weekly, el actor que interpretó a Batman y que habló sobre el nuevo desafío que tendrá Robert Pattinson; aseguró que no quiere volver a pasar por este radical proceso físico: «Siempre digo que he acabado con eso. De verdad creo que he acabado con ello, sí«.
Las declaraciones se producían mientras Christian Bale presentaba su nueva película, Le Mans ’66, en la que comparte protagonismo con Matt Damon. Su compañero en la película comentaba también los cambios de Bale: «Lo pasé genial viéndole. Tiene una disciplina increíble, como un monje… pasó de Dick Cheney a este tío. Así que tuvo que perder 30 kilos».
Los grandes cambios físicos
Dick Cheeney es el último personaje que hemos visto a Christian Bale interpretar en la gran pantalla, para la película El vicio del poder. En esta cinta, el actor debió ganar mucho peso. Este es uno de los grandes ejemplos que se suman a El Maquinista, donde Christian Bale perdió 28 kilos y llegó a pesar un total de 54, teniendo una altura de 1,83.
Tampoco debemos olvidar American Psycho y Batman Begins, donde Christian Bale tuvo que someterse a duros entrenamientos con el fin de conseguir la gran forma física de sus personajes, y en el caso del Caballero Oscuro, el actor ganó 14 kilos de músculo. Por otro lado, hemos podido ver también al actor perder de nuevo peso para papeles como The Fighter y recuperarlos para cintas como La gran estafa americana.
Parece que el actor lleva ya tiempo planteándose dejar este tipo de transformaciones radicales. En 2016, Christian Bale abandonó el papel en el biopic sobre Enzo Ferrari, que preparaba Michael Mann, precisamente por esta cuestión, y alegó que «problemas de salud» le impedían preparar el papel, que precisaba de nuevo de un gran cambio físico en muy poco tiempo.
