La familia Visión se ha mudado al barrio, son atentos, amistosos, pero no son humanos. Son sintozoides creados por el cabeza de la casa para poder tener una vida humana, pero, ¿qué es ser humano? Tom King y Gabriel Hernández Walta le dan una nueva vuelta de tuerca a lo que es ser “normal” en ‘La Visión. Visiones del futuro’.
La Visión ha sufrido muchos cambios, pero tras sus idas y venidas del lado robótico al humano, ha decidido que necesita incorporarse a la vida humana de forma “normal”. Construir un hogar, comprar una bonita casa, construirse una familia. Porque utilizando las mismas técnicas de copia de pautas cerebrales ha creado una esposa, y de la mezcla de sus propias pautas y las de su nueva pareja, ha engendrado dos gemelos. Una bonita familia feliz, con una bonita casa, viviendo en un suburbio americano de clase media, ¿qué podría pasar?
De todo, ataques de supervillanos, peleas en el instituto, discusiones de pareja, mentiras y secretos, visitas de vecinos que no te gustan y a los que no les gustas, heridas casi mortales, reuniones con el director, dramas adolescentes y una visita de la policía, la vida de la Visión es algo más complicada que la de cualquier padre de familia aunque intente arreglarla, hasta crea un perro para intentar ayudar a la estabilidad familiar.
No es fácil ser un superhéroe, ni tener una vida normal, si las mezclas es una bomba, y si el sentido de la identidad de todos están en entredicho, entre la lógica y la ilógica, entre la programación y el sentimiento, entre maquina y humano, tienes la serie más interesante que Marvel ha publicado en mucho tiempo.
Todo esto parece difícil de hilvanar, pero Tom King lo consigue de forma espectacular
El guionista deja que los pequeños detalles hagan crecer la trama, como las ramas de un árbol que va creciendo, para formar la copa, cada una añade algo que al final tiene que formar una historia más grande, cada giro de guión está calculado, y no hay capitulo que no te deje con algo individualmente pero que sabes que tiene sentido en la suma de la obra, todo suma, todo funciona.
En resumen es una historia escrita de forma brillante con diálogos inteligentes y profundos, melancólica y hermosa, no falta de cierto giro superheroico y mágico, pero, la Visión siempre ha sido la pareja de la Bruja Escarlata, y entre brujas anda el juego.
Si el guión de King está lleno de recursos, el artista Gabriel Hernández Walta no se queda atrás en su trabajo.
El español consigue un trabajo notable, la vida cotidiana se ve asaltada por lo extraño, a veces por lo grotesco, pero su trazo permite que esta extraña mezcla no desentone, es fácil aceptar que unos seres de piel roja discutan sobre la personalidad mientras juegan con un balón flotando en el aire, el ataque de un villano a la familia no es un campo de batalla sino una ruptura en el microcosmos que es el hogar de los Visión.
Crea una atmósfera contenida de sentimientos e intimidad entre la vida de esta peculiar familia y el lector, que se sumerge en esta casa tan especial y puede ver retazos de su vida cotidiana, sin las partes de superhéroes o robots haciendo la cena, claro está.
King y Walta están en sintonía, juntos logran que el desarrollo de la trama funcione como un ser vivo, orgánicamente, crece, aumenta y cada elemento tiene su función. Por todo esto y por muchas otras cosas, ‘La Visión. Visiones del futuro’ es uno de los cómics de superhéroes más destacados en lo que llevamos de año, y según algún comentario de Walta en redes sociales, aún falta lo mejor.