Dwayne Johnson protagoniza ‘El mensajero’ (‘Snitch’), un filme a medio camino entre el drama familiar y el ‘thriller’ de acción
Que nadie se engañe, aquí The Rock ni pega, ni corre, ni salta. Su interpretación en ‘El mensajero’ de padre coraje es la mejor de su carrera, aunque realmente no sea decir demasiado.
Lo mejor de la película es el interesante plantel que rodea a Johnson
Empezando por Susan Sarandon y siguiendo por otros rostros conocidos de la televisión como Michael Kenneth Williams (Omar de ‘The Wire’) o Jon Bernthal (Shane de ‘The Walking Dead’). No esperéis al The Rock de ‘El regreso de la momia’ o al sargento Hobbs de ‘Fast and Furious’; en ‘El mensajero’, The Rock se convierte en Dwayne Johnson, un actor que busca desencasillarse a golpe de drama.
La película, a pesar de estar rodada con cierta solvencia y, en ocasiones, llegar a entretener, cae en los tópicos más aburridos del género, es predecible y sus escasas escenas de acción dejan un cierto sabor agridulce. Es cierto que Johnson está bien en su rol, una interpretación humilde, sin excesos, pero carente, eso sí, de la fuerza necesaria para tirar de un drama familiar disfuncional de este tipo. Es bueno el intento del actor por saltar al cine de la seriedad, pero este no es su sitio. Tal vez no haya tenido suerte con el proyecto al dar dicho salto y es posible que el mediocre trabajo del director Ric Roman Waugh no acompañe. Sea como sea, esperamos volver a ver dentro de poco a The Rock donde le corresponde, junto a Sylvester Stallone y compañía en la nueva entrega de sus mercenarios. Eso sí que sería dar un salto de calidad.
Lo mejor: El duelo televisivo entre Omar (‘The Wire’) y Shane (‘The Walking Dead’).
Lo peor: Entrar en el cine esperando ver a The Rock repartiendo leña y encontrarte con Dwayne Johnson haciendo de buen padre.