Noche de bodas, es una nueva película de Fox Searchlight que llegó hace poco a los cines. Una sangrienta cacería, que termina resultando entretenida y que cuenta con Samara Weaving como protagonista.
Noche de bodas tiene varios elementos que logran que esta película no termine siendo totalmente absurda, sino todo lo contrario: un pasatiempo que entretiene. Este filme compuesto por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, logró convertirse en una de las propuestas más desprejuiciadas en lo que llevamos de año.
En la película vemos a Samara Weaving como protagonista. Allí, la joven interpreta a Grace, la espléndida novia de Alex Le Domas (Mark O’Brien), el hijo pródigo del multimillonario clan de los Le Domas. Esta familia cuenta con una enorme riqueza, que se ha sustentado en la explotación de una antiquísima empresa familiar de juegos de mesa que, como parte de sus propios ritos de iniciación, cuenta con una tradición en la noche de bodas.
El recién llegado, deberá sacar una carta y jugar a un juego. De esta manera, la mala suerte se podrá del lado de Grace cuando le toque el más mortífero y letal de ellos: una macabra versión del escondite. Así, cada uno de los miembros de la familia intentará cazar a la nueva integrante, quien hará todo lo que esté a su alcance para poder sobrevivir hasta el amanecer.
Nada sería lo mismo sin Samara Weaving
Noche de bodas se eleva gracias a Samara Weaving. La actriz, que tiene un gran parecido con Margot Robbie, demuestra desde el primer instante que es más «que una cara bonita» y que tiene madera para ocupar aquel lugar.
De esta manera, le hace creer al espectador cada una de sus facetas, ya sea la ingenuidad que maneja desde un principio o la sed de venganza y de sobrevivir que la mantiene en pie en toda la película. Samara Weaving se convierte en el alma que da sentido a la efectiva carga cómica de la propuesta, la ambientación del filme y a la sangre que salpica constantemente.
Eso sí, tampoco se debe pasar por desapercibido el trabajo realizado por Andie MacDowell y Henry Czerny, los líderes de este clan maníaco que busca finalizar con la duce Noche de bodas. Además, se debe destacar el trabajo de Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, ya que saben dar con el tono adecuado que mezcla lo juguetón y lo retorcido.
¿Vale la pena mirar Noche de bodas?
Claro está que no estarás a punto de ver la película del año, pero sí un filme que logra entretenerte durante su duración y que te mantendrá atento a lo que sucede constantemente.
Noche de bodas logra un cruce entre comedia y terror, que aun así logra mantener la tensión sobre el peligro que vive la protagonista y sobre su posible final. La ambientación está muy cuidada, gracias a la fotografía de Brett Jutkiewicz.