Analizamos Posesión infernal, el remake del clásico de terror.
Posesión infernal es una nueva versión de Evil Dead, película de terror de culto que inició la famosa trilogía de Sam Raimi.
Fede Álvarez se estrena en el largometraje tras la realización de dos cortos conocidos, el último de ellos del gusto al parecer del director Sam Raimi, el cual le brindó la oportunidad de dirigir el ‘remake’ de la que también fue su primera película por aquel entonces, ‘Evil Dead’.
La premisa por tanto ya nos la sabemos algunos y no resultará original para el resto, pues a día de hoy no deja de ser más de lo mismo. La película tiene su primer acierto y su primer error a los pocos minutos. Por un lado, me parece un acierto que el personaje principal sea una toxicómana y su grupo de amigos se la hayan llevado a pasar unos días para que se desenganche por completo, ya que inteligentemente entra en juego el factor de la credibilidad. En películas de este género, funciona muy bien el hecho de que no crean lo que les cuenta algún personaje mientras que el espectador está de parte de este último. Es un elemento nuevo en la saga que es de agradecer. Por otro lado, el error más evidente es el grupo de actores, desconocidos como lo fue en su día el que formó Sam Raimi en 1981, pero sin el carisma que por ejemplo sí que tenía Bruce Campbell. Además a día de hoy el espectador ya está francamente cansado de ver tanto estereotipo físico, que no me molestaré ni en comentar. Por tanto uno ya está predispuesto a contemplar más de lo mismo y eso creo que frena de inicio al espectador algo experimentado.
Y el problema que veo es que no estamos ante un espejismo inicial, sino que efectivamente es más de lo mismo, con una descripción muy pobre de los personajes con los que es prácticamente imposible identificarnos, una historia de alguien encontrando algún objeto para invocar al mal que tampoco suena a nuevo y mucho menos la premisa de un fin de semana en un lugar apartado de la civilización con un grupo de amigos, por no nombrar el estilo sucio de los poseídos o los diálogos y/o situaciones estúpidas con las que ya sabemos lo que va a ocurrir.
En ese aspecto Fede Álvarez no innova para nada y se convierte en una película del montón, si bien el ‘gore’ que aparece a partir de mitad de película anima la función y nos prepara para el plato fuerte, donde el director sí que parece manejar las riendas a su antojo, unos últimos 20 minutos muy entretenidos por los que ya merece la pena pagar la entrada.
En cuanto al apartado técnico me ha sorprendido la banda sonora del compositor español Roque Baños, que sin ser de las que se quedan en la cabeza y repites por la calle, sí que tiene una gran presencia en el filme, dándole a este una sensación de desasosiego paulatino. Por otro lado, los efectos de sonido y el montaje también son destacables, viniendo a mejorar aquello que Fede plasma en pantalla. Con los efectos de sonido no me refiero a los golpes de efecto, que hay bastantes, sino a los pequeños sonidos sobredimensionados que aportan mucho más de lo que pueda parecer.
Para los incondicionales del ‘Evil Dead’ original hay premio, ya que la cinta está salpicada de homenajes bien integrados y que seguro que hacen las delicias, como el coche de Raimi que goza siempre de un cameo en alguno de sus filmes (y por lo visto, en los que apadrine), la escena de la violación en el bosque, la forma de encadenar la trampilla, el reloj en la pared (lo sentimos, esta vez no se para), la bombilla con sangre o la icónica motosierra, mezclando homenajes tanto de ‘Posesión infernal’ como de ‘Terroríficamente muertos’.
Es de agradecer también que aquel que parece ser el nuevo Ash, al final no lo sea, dando ese honor a otro personaje para darle una pequeña vuelta de tuerca a la original. Asimismo, la brillante parte final hace que la película no se quede en una película prescindible y que sea muy entretenida, al igual que todos aquellos que adoran el ‘gore’ también gozarán con una propuesta que sorprende en ese aspecto. Es una película promocionada para arrasar en miles de salas pero con una dosis extra de sangre y ‘gore’ más reservada a películas de serie B o corte independiente (en el buen sentido de la palabra), por lo que si algo deja claro es que Fede Álvarez ha estado muy cerca de dirigir la película que realmente ha querido y ha sido respetado. Al menos esa sensación me deja.
Y nada más, para terminar, en mi opinión, ‘Evil Dead (2013)’ es una película que no aburrirá pese a tener unos pilares demasiado conocidos, además de conseguir efectivos sustos y unos últimos 20 minutos de gran calidad, donde se ve una muy buena dirección y un director que tendrá más oportunidades, al igual que en su día las tuvo Raimi.
¡Ah! Y a los incondicionales les recomendaría quedarse a ver si algún animal sufrió daños durante la filmación. Ya me entendéis…
Del 1 al 10, de nota le ponemos un 6,5. Bien.
