DCSOS. El final de la miniserie ha llegado, y nuestro mayor protector ha caído. ¿Logrará la humanidad sobrevivir a Superman?
El hombre del mañana, es ahora la muerte personificada en DCSOS, no hay muchas posibilidades de detenerlo. Puede que solo su hijo pueda. Pero, ¿Jon puede matar a su padre? En juego está el destino de la humanidad, el virus de la Antivida se ha extendido y solo unos pocos pueden ser salvados, parece que exista un plan detrás del apocalipsis ¿qué oculta esta plaga asesina?
Los planes que los héroes han desplegado ya no son sólo opciones, son la última esperanza para la humanidad. Cuando la línea que diferencia a los defensores de la justicia y a los villanos se borra el mundo debería mejorar, pero en el fin del mundo, es supervivencia. Ha caído el centinela de la libertad, Superman ahora forma parte del enemigo, y el virus no se detendrá ante nada para acabar con todo ser vivo que encuentre. El apocalipsis ha llegado de sorpresa y ha acabado con todos, sin avisar, sin planes, ¿o no? Cyborg no cree que solo sea un accidente, busca un sentido, y una dirección.
La historia de DCSOS ha llegado al punto más álgido con la transformación de Superman en un “zombi” anti vida, ya no se puede dar más, el espectáculo acaba de convertirse en el más difícil todavía, a no ser que lleguen los héroes cósmicos. Tom Taylor no ha dejado ni un cabo por atar, en poco tiempo ha dado una vuelta de campana al universo DC, lo ha destruido y ha derrumbado todo, pero a la vez ha creado un mundo nuevo, con múltiples posibilidades que el lector estará deseando conocer.
De la mano ha caminado Taylor con Trevor Hairsine, el dibujante que ya ha pasado por varias editoriales dejando siempre constancia de su buen hacer y su profesionalidad, se ha contagiado del entusiasmo del guionista, y nos ha dado páginas memorables. Ha cuidado el espectáculo sin dejar de lado contar todo lo que se le planteaba, en pocas páginas ha dejado claro que todo ha cambiado, pero que los héroes no han dejado de serlo.
La serie termina aquí, el final es agridulce, y Tom Taylor lo sabe. EL fin del mundo se puede contar en poco tiempo, pero cómo reacciona la humanidad, como lucha, eso, se puede contar de varias maneras, y ninguna es corta. Por eso la serie ha continuado sus andanzas en USA con un subtítulo añadido: “los inmatables” en nuestro español de andar por casa. Por lo que este número final es el final de una primera parte poderosa y llena de referencias, de cambios y sobre todo de diversión, para el lector que lo disfruta, y para el equipo creativo, que se lo ha tenido que pasar de maravilla imaginando la destrucción del universo DC,y luego lo ha puesto en papel. Ya solo por las maravillosas portadas valdría la pena comprar esta serie.
