La nueva información que está apareciendo de Disney, podría indicar que tiene más problemas de los previstos.
La pandemia puso en tela de juicio toda la estabilidad que se conocía alrededor de los negocios en todo el mundo. De esta manera, la industria del entretenimiento no fue la excepción a la regla. A pesar de ser un área sumamente rentable y de venir en ascenso, la crisis sanitaria llevó a pique a las grandes compañías por los efectos colaterales que se sufrieron en cuanto a la producción, distribución y audiencia del contenido. Las plataformas de streaming tuvieron una gran temporada, pero se tuvo que disminuir la oferta en los estudios por las restricciones para grabar. Walt Disney Company, a pesar de ser la empresa más poderosa del medio, no fue la excepción.
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El aspecto creativo
En esa época y hasta ahora, los ejecutivos del estudio han apurado la creación de títulos de sus grandes franquicias como Marvel Studios, Pixar, Lucasfilm y Nat Geo y poder recuperar las millonarias inversiones que han hecho.
Sin embargo, no todo se ha podido compensar. Por el contrario, cada vez más la compañía ha ganado detractores. Sus fanáticos han sido diezmados frente a las oleadas de colectividades conservadoras.
Asociaciones de padres, iglesias y colectivos moralistas han condenado a la inclusión que Disney busca dar en todas sus producciones. De esta manera, la parte creativa ha sido el primer aspecto a sufrir y que obviamente se ha reflejado en las arcas del conglomerado.
El problema financiero
Por otra parte, los asuntos financieros tampoco van de la mejor manera para el emporio presidido hasta hace poco por Bob Chapek. El volumen alto de producción contra la poca remuneración podría obligar a La casa del ratón a tener que vender sus títulos a la competencia.
Es decir, filmes o series como Star Wars, el Universo Cinematográfico de Marvel o los documentales de National Geographic podrían llegar a otros catálogos digitales o incluso a otros canales que hacen parte de la competencia.
«Disney está bajo presión para mejorar su desempeño financiero y cambiar su estrategia de transmisión. El año pasado, la compañía obtuvo sus peores resultados bursátiles en décadas. Después de que Disney informara una pérdida de 1500 millones de dólares por su negocio de video en línea en el tercer trimestre, la junta despidió al director ejecutivo Bob Chapek, reemplazándolo con Bob Iger, quien anteriormente había ocupado ese cargo durante 15 años. Entre sus muchos desafíos, Iger también debe hacer frente a una lucha de poder del activista Nelson Peltz, que busca un asiento en el directorio de Disney y presiona para lograr un mejor desempeño». Afirma el medio especializado en datos de medios Bloomberg.
Si bien no se han confirmado las determinaciones específicas que tendrá que ejecutar Disney, se espera que un plan de contingencia se dé a conocer en breve.
Asimismo, no sería extraño que tengan que volar algunas cabezas además de la de Chapek en la cúpula de la empresa. Cabe recordar aquí la intención hace poco de contratar a Ben Affleck como Director Creativo.
Fuente: Bloomberg
