El creador de la serie El Juego del Calamar de Netflix anticipa detalles muy interesantes de la segunda temporada.
Los nuevos y esperados episodios de El Juego del Calamar prometen sumergir a los espectadores en un escenario aún más oscuro y retorcido. Hwang Dong-hyuk, el creador de la serie, no solo presenta inéditos personajes y desafíos, sino también una cruda crítica social que, según él, refleja la polarización y el sectarismo que se observa en la sociedad moderna.
La trama principal se mantiene fiel al concepto de la primera temporada: un grupo de personas en desesperación económica participa en un juego mortal por la oportunidad de ganar una suma de dinero que les cambiará la vida. Sin embargo, esta vez, el enfrentamiento toma una nueva forma: los jugadores son divididos en facciones, representadas por colores —rojo y azul— que los sitúan en lados opuestos del conflicto. Para Hwang, el tema de «tomar partido» y de cuestionar si la mayoría siempre tiene razón se convierte en el eje de esta temporada.
La pregunta central: ¿Es la mayoría siempre correcta?
El Juego del Calamar toca fibras políticas y sociales que trascienden fronteras. «Es el evento definitivo de O-X (sí o no)», comenta Hwang, sugiriendo la universalidad de los conflictos divisivos en la actualidad. En Corea, observa una creciente tensión entre generaciones, un desencanto que se expande entre los jóvenes y los mayores. «Hay una demarcación en todas partes», señala, «donde solo hay hostilidad y no hay espacio para el debate».
Para Hwang, la inspiración provino de los enfrentamientos que ve en todo el mundo. “Me di cuenta de que las elecciones que hacemos nos enfrentan unos a otros. Quería abrir un espacio para preguntarnos si podemos superar estas divisiones», comparte el director de El Juego del Calamar.
La era de las redes y la polarización.
La primera temporada de El Juego del Calamar fue un fenómeno global que reflejaba las dificultades de la sociedad capitalista tardía. Muchos personajes representaban minorías o grupos marginados, como un trabajador migrante de Pakistán o una desertora de Corea del Norte. La audiencia resonó con estos personajes, que enfrentaban dilemas morales y económicos desesperantes. Esta vez, Hwang ha incorporado elementos modernos, como la influencia de las criptomonedas, un fenómeno que ha llevado a muchos jóvenes a endeudarse profundamente.
La universalidad de la serie también se vio potenciada por la accesibilidad que brinda Netflix, ofreciendo subtítulos y doblaje en múltiples idiomas. Gracias a esta accesibilidad, la primera temporada de El Juego del Calamar alcanzó el éxito global en cuestión de días, ganándose un lugar en las listas de lo más visto en 94 países. Este impacto no solo impulsó a Hwang y su equipo al estrellato, sino que también dejó claro el poder de las narrativas locales con relevancia global.
La evolución de los personajes y el peso de la conciencia.
Lee Jung-jae, quien interpreta a Gi-hun, retoma su papel como el ganador de la primera edición del juego. Esta vez, sin embargo, su personaje muestra una evolución importante. Hwang explica que Gi-hun ahora se enfrenta a una crisis de conciencia: no puede ignorar los horrores del juego, incluso cuando tiene la oportunidad de comenzar de nuevo. Inspirándose en una escena de Matrix, Hwang muestra a Gi-hun como alguien que, en lugar de vivir una vida tranquila, elige enfrentarse a la realidad y resistir al sistema corrupto del juego.
El único otro personaje que regresa a El Juego del Calamar es el «Front Man» (Lee Byung-hun), el misterioso organizador del juego, quien también carga con su propia historia trágica. La confrontación entre Gi-hun y Front Man plantea preguntas profundas sobre la deshumanización y la capacidad humana para superar las divisiones.
Nuevos juegos, nuevos jugadores y la apuesta de Hwang.
Con un presupuesto significativamente mayor, esta temporada de El Juego del Calamar trae consigo una producción mejorada y un elenco más amplio, incluyendo estrellas de renombre en Asia y jóvenes íconos de la cultura pop. Los nuevos jugadores no solo están motivados por sus propios conflictos, sino que algunos tienen conexiones previas entre sí, lo que agrega una dimensión emocional al juego.
La presión de mantener el éxito de la primera temporada ha sido intensa para Hwang, quien admite tener pesadillas sobre el rendimiento de la serie. Sin embargo, lejos de evitar estos temores, Hwang los abraza, usándolos como motivación. «Esta temporada de El Juego del Calamar es probablemente el proyecto que me da más ansiedad». Desde ese ángulo, será mi mayor éxito o mi mayor fracaso».
Una crítica a la sociedad capitalista global.
En un mundo cada vez más dividido, Hwang busca que El Juego del Calamar invite a la reflexión sobre la humanidad, la moralidad y la compasión. Aunque Hwang reconoce el valor comercial de su serie, también espera que sus creaciones motiven a la audiencia a cuestionar su propio papel en un sistema que, a menudo, parece estar diseñado para dividir en lugar de unir.
Con una temporada más oscura y profundamente relevante, El Juego del Calamar temporada 2 no solo promete más acción y tensión, sino que también plantea preguntas urgentes sobre la naturaleza de la sociedad moderna y el papel de la conciencia en un mundo polarizado.
La temporada 2 de El Juego del Calamar se estrenará el 26 de diciembre de 2024.