Puede que no sepas que la película Los inmortales II: El desafío está ambientada en 2024, pero ahora vamos a repasar qué tipo de futuro se imaginaron en 1991.
En 1991, la película Los inmortales II: El desafío (Highlander II: The Quickening) se estrenó en los cines de todo el mundo. Es una secuela de Los inmortales (Highlander), que en 1986 no tuvo éxito en taquilla, pero con el tiempo y gracias al alquiler en videoclubs y a su banda sonora fue ganando relevancia y por eso decidieron continuar la saga.
Los inmortales II: El desafío causó una gran controversia en su estreno. Muchos fans de la primera película criticaron la trama y los efectos especiales. Tampoco gustó la decisión de ambientar la película en el futuro, ya que se consideró que era una forma de aprovechar el éxito de las películas de ciencia ficción de la época. Pero ese futuro de 2024 se ha convertido ahora en nuestro presente, así que nos asalta la duda… ¿Acertaron imaginando lo que podía pasar más de 30 años después?
Primero repasamos la trama.
En Los inmortales II: El desafío se revela el origen extraterrestre de los inmortales. Los protagonistas, entre ellos Ramírez (Sean Connery) y Connor MacLeod (Christopher Lamber), eran rebeldes del distante planeta Zeist, un mundo donde la magia y la ciencia coexisten bajo el yugo del tirano general Katana. Tras rebelarse contra su opresor, estos valientes individuos son castigados por los sacerdotes de Zeist, condenados a reencarnar como inmortales en la Tierra, donde participarán en el Desafío, un ciclo interminable de luchas a muerte olvidando su verdadera procedencia, y el ganador podrá elegir entre envejecer en la Tierra o regresar a Zeist.
El ganador del Desafío, Connor MacLeod, opta por permanecer en la Tierra, convirtiéndose en un dedicado científico que construye El Escudo, un campo de fuerza que protege al planeta del daño solar, aunque sume a la Tierra en una perpetua oscuridad y bajo el control de una corporación.
En el año 2024, un anciano MacLeod comienza a recordar su origen cuando Katana, el general Zeist, envía inmortales para matarlo. Sin embargo, MacLeod prevalece y utiliza su rejuvenecimiento para resucitar a su mentor Ramírez. Pero la amenaza no solo viene de Zeist; también enfrentan la lucha contra la Corporación Escudo, una entidad que mantiene el escudo a pesar de la regeneración de la capa de ozono para seguir obteniendo ganancias.
La trama se enreda aún más cuando MacLeod se une a Louise, una activista de Cobalto, un grupo que busca desenmascarar la Corporación Escudo. La batalla final se libra en el corazón del escudo, donde MacLeod derrota a Katana, destruye el escudo y revela las maquinaciones criminales de la corporación.
¿Acertó con su propuesta de futuro?
En general, Los inmortales II: El desafío no acertó mucho en lo que respecta a la tecnología que muestra. Por ejemplo, la película enseña cómo en 1994 inventaron un escudo para proteger la Tierra de los rayos del sol. En 2024, esa tecnología se ha vuelto más refinada y sigue vigente y eso obviamente no ha pasado en la realidad, al menos por ahora. Pero en lo que respecta a los coches si que parecen más de los 80, mientras que las armas podrían ser de esta época.
La estética oscura y ciberpunk obviamente no encaja con el mundo actual, por lo que imaginaron un 2024 más diatópico de lo que tenemos ahora. Así que en definitiva, no podemos decir que Los inmortales II: El desafío tenga alguna predicción que parezca que se vaya a cumplir este año.
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