Dos de los programas recientes de Disney+ de Star Wars, Andor y The Bad Batch, han solidificado más que nada lo aterrador que es realmente el imperio
A través de programas de televisión como Star Wars: The Bad Batch y Andor, la franquicia muestra cuán verdaderamente aterrador es el Imperio. Desde Star Wars de 1977, el Imperio ha sido una fuente predominante de maldad en la franquicia. Las próximas películas de Star Wars solo seguirán incluyendo las formas tiránicas del Imperio, desde películas como la película New Republic de Dave Filoni hasta la historia de The Mandalorian & Grogu.
De manera similar, los próximos programas de televisión de Star Wars no rehuirán la villanía del Imperio, como lo demuestra el recién anunciado Tales of the Empire. En las 11 películas de la saga Skywalker, el Imperio ha servido como una amenaza explícita o encubierta, como ha sido el caso con la mayoría de los proyectos de Disney+ de la franquicia. A pesar de la prevalencia de los imperiales en las películas y programas de Star Wars, así como en otros proyectos de la vasta franquicia multimedia, ningún proyecto ha mostrado cuán verdaderamente aterrador puede ser el Imperio como Andor y Star Wars: The Bad Batch temporada 3.
Andor muestra cuán brutal y eficiente era realmente el imperio
En primer lugar, en lo que respecta a Andor, el programa presentó al Imperio como una máquina competente, brutal y eficiente de una manera que ninguna otra propiedad lo ha hecho jamás. El vehículo principal para esto fue Dedra Meero, el agente de la Oficina de Seguridad Imperial de la temporada 1 de Andor que sirvió como uno de los personajes centrales del programa. A través de Dedra, el público vió de primera mano cómo funcionaba el Imperio en el apogeo de sus poderes. Esto permitió a la franquicia ir más allá de los soldados de asalto que no pueden disparar, los superiores torpes y los lacayos de Vader para mostrar verdaderamente cuán efectivos pueden ser los Imperiales.
Esto solo fue igualado por la brutalidad del Imperio que se destacó en la temporada 1 de Andor. Desde el perfilamiento de aparentes rebeldes como Cassian en las playas de Niamos hasta las prisiones deshumanizadoras de Narkina 5, las costumbres bárbaras del Imperio se mostraron con mayor prominencia en Andor que en cualquier otro proyecto de Star Wars. Todo esto hizo que el Imperio se sintiera como una amenaza aterradora en Andor, algo que sin duda continuará en la historia de la temporada 2 de Andor y hará que las historias de superación de los Imperiales que ya existen sean mucho más efectivas.
El proyecto Nigromante de The Bad Batch es una de las historias imperiales más oscuras
Al otro lado del charco de Star Wars está The Bad Batch, un programa que eclipsa la interpretación que hace Andor del Imperio. Sería perdonable por suponer que un programa animado de Star Wars no puede igualar la live action sobre temas más oscuros y maduros, pero The Bad Batch ciertamente está demostrando que esta suposición es errónea. La forma principal en que The Bad Batch, en particular la temporada 3, lo hace es a través de su exploración del Proyecto Nigromante de Star Wars.
El enfoque de The Bad Batch en la resurrección de Palpatine ha permitido que el programa profundice en un territorio mucho más oscuro para su tercera y última temporada. No solo el tono general del programa es mucho más sombrío durante las escenas que tienen lugar en el Monte Tantiss, sino que la escritura de la temporada 3 de The Bad Batch refleja esta vibra más madura. Esto fue ejemplificado por la revelación de lo que hay en la bóveda del Monte Tantiss, cuatro niños sensibles a la Fuerza, uno de ellos tan pequeño como un bebé.
El Imperio retiene a estos niños contra su voluntad, los obliga a realizar tareas serviles y los utiliza únicamente como donantes de sangre. Lo mismo puede decirse de Omega, aunque la naturaleza más protegida de los otros cuatro niños hace que su encarcelamiento imperial sea mucho más oscuro. A través del Proyecto Nigromante, Star Wars: The Bad Batch cuenta una historia increíblemente oscura sobre el Imperio tal como lo hizo Andor antes.
