Comienza agosto y con el los últimos estrenos de este verano, pero ya podemos hablar de la película más decepcionante de este año, título que se ha ganado tristemente Men in black International
El verano de 2019 ha brindado varios éxitos de taquilla importantes, tanto buenos como malos, pero el más decepcionante sin duda ha sido Men In Black: International. La temporada de películas de verano es cuando los estudios suelen lanzar sus éxitos más grandes y más amigables para el público del año, que en 2019 realmente comenzó con el lanzamiento de Vengadores: Endgame en abril.
Disney ha dominado como era de esperar la taquilla, con Aladdin y El rey León han superando la marca de los 1000 mil millones de dólares, mientras que Vengadores: Endgame se convirtió en la película más taquillera de la historia. Fuera de la Casa del Ratón, Spider-Man: Lejos de casa de Sony, también ha estado entre las más taquilleras superando los 1000 millones.
Pero el verano también ha contado con algunos batacazos en la taquilla, desde Godzilla: El rey de los monstruos con 385 millones que ha pesar de no haber provocado perdidas al estudio que invirtió 170 millones, los resultados no han sido para nada los esperados. Pero X-Men: Fénix oscura es posiblemente una de las peores películas de la temporada, y el peor cierre que podía haber contado la irregular franquicia de los mutantes de Marvel en FOX.
El verano también ha contado con lanzamientos más pequeños como Shaft (co-producción de Warner y Netflix) o Las timadoras, películas sin ninguna expectativa por ellas y que no decepcionaron a nadie.
Y llegamos a la más decepcionante (que no la peor)
Men In Black: International, por otro lado, sí. Aunque la franquicia Men In Black había permanecido inactiva desde Men In Black 3 en 2012, esta es una serie que teóricamente debería prestarse a nuevas aventuras, ya que ya existe una fuerte estructura por el mundo para la organización MIB. Con F. Gary Gray (Fast and Furious 8), al timón la película contaba con un director capaz de ofrecer algunas escenas de acción espectaculares, y un guión escrito por los responsables de Iron Man, Art Marcum y Matt Holloway, sugirió frases ingeniosas y un guión agudo que actualizaba lo que venía de antes de una manera inteligente y divertida.
Eso ofreció una promesa adicional, pero el verdadero atractivo de Men In Black: International fue ver juntos de nuevo en acción a Chris Hemsworth y Tessa Thompson, que habían demostrado mucha química en Thor: Ragnarok de 2017, y nuevamente (aunque brevemente) en Vengadores: Endgame. Con las estrellas aportando además sus talentos individuales, deberían haber podido dar un giro moderno a lo aportado por Will Smith y Tommy Lee Jones a los MIB. Si bien sería injusto decir que alguien esperaba que Men In Black: International fuera una obra maestra o la mejor película del verano, el talento involucrado y las salidas de franquicias anteriores sugirieron que estaríamos ante un éxito de taquilla de verano divertido y entretenido nos proporcionaría unas risas y una forma entretenida de escapar del calor.
En cambio, lo que obtuvimos fue una de las ofertas más taquilleras más olvidadas de los últimos años. La película no está mal; es decepcionante. Lo único que la hace funcionar es el talento de Hemsworth y Thompson, pero incluso en está película no vemos la química que si existía en Thor: Ragnarok, y no pueden acercarse a lo que Will Smith y Tommy Lee Jones aportaron a las tres primeras películas de la franquicia. También hay algunos puntos ocasionalmente sólidos en la construcción del mundo de MIB, pero la trama es aburrida y, lo que es peor, las escenas de acción son planas y no tan espectaculares como veníamos de ver en Fast and Furious 8.
Sin embargo, Men In Black: International no solo no estuvo a la altura del original, sino que no pudo destacarse en taquilla. Hay películas peores este verano de 2019, pero al menos son tan malas que son memorables. Con Men In Black: International, a pesar de sus estrellas e intentos de crear una trama sinuosa y una acción de alto octanaje, no deja huella al espectador tras abandonar la sala de cine, y dado que se esperaba mucho de ella, eso la convierte en la película más decepcionante del verano de 2019.
