Llega la edición de lujo para una de las grandes obras de Richard Corben. El futuro es para los nuevos humanos, el futuro es ¡Mundo Mutante!
Richard Corben nos dejó hace un par de años, y la reedición de sus obras para la posteridad siempre es un homenaje y una oportunidad para el lector de hacerse con mejores formatos. En este caso ECC publica las dos obras del Mundo Mutante en un único tomo deluxe con funda de plástico y mayor tamaño que el cómic Book. Y le sienta genial a la obra.
El mundo ha sido arrasado por la guerra, las nuevas armas han dejado un planeta en el que la supervivencia es la única meta. Dimento sobrevive a duras penas, es grande, es poderoso, pero también es inocente, y en un mundo donde perro come perro, eso solo le produce problemas. Y el amor no ayuda cuando aparece. Mundo Mutante es la historia de una Tierra destruida y los intentos de supervivencia de sus nuevos habitantes, y también de la lucha por parte del viejo mundo por sobrevivir. Su secuela, Hijos del Mundo Mutante, nos lleva un poco más en el futuro, para acompañar a Dimenta, hija de nuestro simpático protagonista anterior, y su periplo por encontrar un legendario paraíso. Pero no es la única, y la guerra por la supervivencia sigue muy vigente.
Maestro del horror y lo macabro, Corben comenzó en los 60 a trabajar, y no dejó nunca de crear y impresionar al mundo con su estilo. Realista, deforme, horrible, sensual, exagerado, detallado, colorido, lleno de sombras, con negros rotundos, un maestro con un estilo tan propio como mutable, pero siempre reconocible. Su capacidad de narrar con grandes viñetas, de secuenciar en pocas imágenes, hacen de sus obras grandes disfrutes para los lectores.
Estas dos obras marcan dos épocas diferentes de trabajo. Jan Strnad recuerda en un texto que prologa la obra cada una de las etapas y sus historias, así como muchos de los cambios que hubo de una a otros. La publicación, el arte y el cambio de herramientas para crearlo por parte de Corben. Es muy interesante descubrir como la primera obra nació con un carácter tan diferente a la segunda, pero sin embargo se unen en un díptico tan poderoso. En eso podemos ver las manos y la atención de ambos autores, que evolucionaron la idea de un mundo apocalíptico en el que la supervivencia mandaba a una metáfora de su época.
El dibujo de Corben y su dominio de la tinta y el color son sus marcas, y en Mundo Mutante experimentó para llegar a cotas maravillosas que luego utilizó en sus obras posteriores. Su manejo del aerógrafo le permitió crear escenas de belleza, fuerza y horror sin parangón en el cómic americano. Era un genio que es muy difícil que se repita.
Personajes que se caracterizan con sus gestos su hiperexpresividad, hombres y mujeres que pueden ser titanes y objetos de deseo se transforman en deformes seres cuya belleza y complejidad los hace siempre originales. No hay concesiones en Corben, no se guarda nada, no reserva lo mejor para el final, no se contiene y da todo en cada imagen que crea.
Una obra maestra de Richard Corben que ha superado una de las barreras que más daño hacen al arte, el tiempo. Da igual cuando se publicó, sigue siendo una maravilla.
