Siempre hubo un tema muy particular de Juego de Tronos que fue criticado por algunos fanáticos. Recientemente, Nikolaj Coster-Waldau se sumó al reclamo.
Ya pasó más de un año desde el final de Juego de Tronos, pero la serie siempre es tema de charla. Ya sea por su final, su éxito o mismo por el libro Fire Cannot Kill a Dragon, el cual narra cómo fue la producción de HBO y revela detalles sorprendentes que no se habían dado a conocer. En medio de estos tópicos, también aparece Nikolaj Coster-Waldau quien criticó un hecho sucedido en la serie.
Recientemente, uno de los escándalos que involucra a la serie es que el propio George R.R. Martin, creador de la saga literaria, se quejó de un cambio realizado en la primera temporada. En el libro, la primera noche de Daenerys y Khal Drogo era claramente sexo consensuado; pero en la serie se modificó para volverlo una violación. Lo cual, según el autor, no mejoró la historia sino que la empeoró. Ante este revuelo, el actor Nikolaj Coster-Waldau decidió dar su opinión al respecto.
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Maltrato a la mujer
En una reciente entrevista con The Times, Nikolaj Coster-Waldau tuvo la oportunidad de hablar sobre dicho tema. El personaje que interpretó el actor, Jaime Lannister, también tuvo escenas donde ejerce la violencia contra su hermana y amante, Cersei. Una muy conocida es cuando en la cuarta temporada, el personaje abusa de ella en la capilla donde estaba el cadáver de su hijo.
Con respecto a la violación de Daenerys, el actor respondió: «Para Emilia interpretar eso en la primera temporada fue realmente difícil y degradante, porque lo que atraviesa ese personaje es horrible».
Emilia Clarke, por su parte, tiene sentimientos encontrados con las escenas de desnudo y sexo que realizó en el show. En noviembre del año pasado, la actriz contó que Jason Momoa la apoyó mucho: «Es solo ahora que me doy cuenta de lo afortunada que fui con eso, porque podría haber salido de muchas, muchas, muchas formas diferentes. Como Jason tenía experiencia, era un actor experimentado que había hecho un montón de cosas antes de llegar a esto, me decía cosas como, ‘Cariño, así es como debe ser, así es como no debe ser, y me aseguraré de que esa sea la maldita mirada’. Él siempre estaba como, ‘¿Podemos conseguirle una prenda? ¡Está temblando!’… Fue tan amable y considerado y se preocupó por mí como ser humano».
