La película Oppenheimer tiene muchos puntos positivos, pero por lo que más sorprende es por sus escenas de sexo.
Atención SPOILERS. Christopher Nolan ha vuelto a impactarnos con su película Oppenheimer, que actualmente se puede ver en los cines. Y aunque la trama es fascinante, hay que hablar de las escenas de sexo, que son de lo más peculiar en toda la historia del cine.
En el inicio de la película, vemos a Jean Tatlock, interpretada por Florence Pugh, desempeñar un papel crucial en la vida del personaje principal, Oppenheimer, interpretado por Cillian Murphy. Aunque mantienen una relación en secreto, ya que el protagonista termina casándose con Kitty, a quien da vida Emily Blunt, pero aún mantiene un romance con Jean.
Los personajes de Florence Pugh y Cillian Murphy tienen varios encuentros sexuales a lo largo de la película.
Este complejo triangulo amoroso da paso a dos escenas de sexo que se destacan por su singularidad. La primera ocurre durante una fiesta secreta de comunistas, donde Jean y Oppenheimer se encuentran atraídos por la visión política del otro. Pero lo curioso es que, mientras están juntos, Jean aprovecha la ocasión para involucrar el Bhagavad Gita, un texto hindú, en la intimidad. Esto, aunque pretende ser cómico, resulta apresurado y un tanto ofensivo para la comunidad hindú, ya que la filosofía del texto no se explora de manera profunda y significativa.
La segunda escena de sexo es más emotiva y reveladora. Sucede durante una audiencia militar organizada por Lewis Strauss, interpretado por Robert Downey Jr., donde tratan de desacreditar a Oppenheimer. Es en este momento cuando Kitty, la esposa del protagonista, descubre detalles dolorosos de la aventura de su marido con Jean y cómo esto llevó al trágico suicidio de ella. La escena es sorprendente y reveladora, mostrando el dolor y la complejidad de la relación entre Kitty, Oppenheimer y Jean.
En resumen.
Oppenheimer es una película intrigante con escenas de sexo que varían desde lo cómico hasta lo emotivo. Sin embargo, algunas de estas escenas pueden no haber sido representadas con la profundidad deseada, lo que podría afectar a ciertos espectadores.
Por suerte, la película trata sobre la creación de la bomba atómica y en sus casi 3 horas de duración explican muchos momentos decisivos del siglo XX. Así, que esas escenas de sexo quedan difuminadas por toda la información que están ofreciendo los protagonistas.
¿Habéis visto Oppenheimer? ¿Os ha gustado? Dejadnos vuestros comentarios a continuación en la sección de opinión.
