Con el relevo a los guiones muy reciente, con el paso del testigo entre Stan Lee y Roy Thomas, todavía nos encontramos con una fase muy primitiva de Los Héroes más Poderosos de la Tierra. Panini Comics nos busca una habitación cómoda en la Mansión de Los Vengadores para disfrutarlo.
Personajes aun en desarrollo en Los Vengadores
Podría parecer que a estas alturas de la colección de Los Vengadores, números #37 al #42, ya conocemos perfectamente a los protagonistas pero eso no es cierto, se les conocía todo lo bien que se podía en aquel entonces. Muchos dirán que Ojo de Halcón ya era un fanfarrón entonces, que La Bruja Escarlata estaba rodeada aun de un halo de misterio propio de su origen romaní o que Goliat/Hombre Gigante/Hank Pym ya estaba en su cumbre.
Pero todo esto no refleja las capas que cada uno llegaría a tener con el tiempo, sobre todo los personajes femeninos, todavía muy infravalorados, incluida la Viuda Negra primigenia con su máscara y medias de rejilla. Seguramente sea la mejor tratada, pero por aquel entonces ni siquiera iba a adquirir el estatus de vengadora, con la citada Wanda y La Avispa ya teníamos la dosis suficiente de damiselas a las que rescatar.
Porque no podemos olvidar que aunque Marvel siempre ha demostrado estar adelantada a su tiempo, o al menos ir a la par, en esta faceta va a estar más bien desfasada. Superheroínas como La Mujer Invisible no alcanzarían su mayor relevancia hasta bien entrados en los años ochenta, dando ese puñetazo encima de la mesa que merecían desde mucho antes.
En lo tocante a Los Vengadores esos brotes llegarían un poco antes pero Janet Van Dyne tuvo que sufrir los malos tratos de su marido, Carol Danvers verse violada y abandonada por sus compañeros y Wanda esperar a ser poseída por Chthon para empezar a demostrar una buena parte de su potencial, todo ello dejando pasar al menos una década desde los comics que ahora tratamos.
La llegada de algunos clásicos a Los Vengadores
Los Vengadores siempre han contado con una característica muy consolidada, la aceptación de nuevos miembros, lo que obliga a cierta rotación entre sus componentes. Cada uno tiene una vida más allá de sus aventuras en Los Vengadores, por lo que de vez en cuando hay que tomarse un merecido descanso y dejar que sean otros los que ayuden a salvar el mundo.
La novedad de estos episodios de Los Vengadores nos acerca a la inclusión de Hércules como miembro de pleno derecho aunque la ausencia del Capitán América (por esas aventuras que vive en su colección en Tales of Suspense) retrase eso a futuras entregas. El hijo de Zeus se verá exiliado a la Tierra por su padre, como castigo a su desobediencia, y que mejor que terminar alojándose en la Mansión tras liberarse de la influencia malévola de La Encantadora, esa asgardiana a la que Los Vengadores ya conocen sobradamente.
El bueno de Herc va a ser la piedra que lastrará la inclusión de Natasha Romanov pero su fuerza bruta será de gran valía, tras la pérdida de pesos pesados en la formación como Iron Man y Thor. La labor de bruto gigantón había quedado en manos de Goliat pero era normal verle superado por villanos con gran fuerza física. Con Hércules la formación pasará a contar con seis miembros.
De cinco de ellos ya hemos hablado pero todavía nos queda uno por citar, el velocista Mercurio. Pietro todavía no es el cascarrabias pleno que conocimos después de veinte años, aquel que a raíz de verse abandonado en Australia se convirtió en un traidor al grupo. Por eso todavía queda mucho por venir, por vivir, por servir de evolución a unos personajes míticos que no habían alcanzado su potencial, ni siquiera su madurez.
El cuento dirigido a los niños
Porque aunque se pueden observar algunas trazas de tramas más adultas, aun estamos ante una Era Marvel muy joven, enfocada a un lector que no ha abandonado definitivamente su hogar, todavía estudiando, aunque sea en la universidad. Los argumentos no han abandonado un formato bastante básico, a pesar de ya no recaer sobre Stan Lee.
Lo mejor estaba por llegar y vaya si fue mejor. Uno de esos primeros pasos fue la llegada de un nuevo dibujante a la serie, el genial John Buscema. Sus primeros episodios no muestran todavía un cambio brutal respecto a los lápices que venía realizando Don Heck, pero ya va dejando gotas de su calidad y del por qué se convertiría en uno de los ilustradores más recordados de la colección, amén de su participación en Estela Plateada o Conan el Bárbaro, verdaderas joyas.
Por tanto estamos viviendo un cambio de rumbo progresivo, con Roy Thomas todavía siguiendo la estela de Stan, introduciendo poco a poco su propio estilo pero sin soltarse aun la melena. Una oportunidad para ver la creación de algunos villanos que después alcanzarían un nivel más o menos memorable, como Cabeza de Martillo o Martinete, y también para recibir a enemigos más propios de otros grupos, como el Pensador Loco o Diablo (más conocidos por su animadversión hacia Los Cuatro Fantásticos).
También para reencontrarse con Namor, culpable indirecto de la recuperación del Capi, que ya vivía sus propias aventuras como héroe en Tales to Astonish y que aquí sufre uno de esos clásicos malentendidos para cruzar unas palabras malsonantes con los que habrían de convertirse en sus compañeros en el futuro.