El error de Bestia ha transformado la vegetación en un arma biológica que amenaza a todo ser vivo en X-Force 7. Su desarrollo es tan alienígena como Krakoa, y eso, es peligroso para la nueva nación mutante.
El escuadrón de juego sucio de la nueva nación mutante está en problemas. No puedes pelear contra todas las plantas, y Black Tom podría ser la solución. Pero para Jean, mentir y esconder secretos no es natural, una telépata descubre los pensamientos de los demás, y eso, en el mundo de las operaciones negras, no es viable. Todo va a cambiar, porque el mundo sigue mutando, y en X Force, te mueves, o mueres.
Benjamin Percy cierra la historia en X Force que abrió en Tierra Verde, y lo hace con acción a saco. Pero también con varias reflexiones, sobre los misterios, los secretos, y lo que debe hacerse, sea al precio que sea, y quien puede asumir el coste de esas decisiones. El norteamericano ha decidido no dar tregua en sus obras a ningún personaje, y tan pronto están peleando como discutiendo cuestiones morales, no hay respiro, no siempre es acción física, pero es acción en todas sus vertientes.
Si Percy está bien, su dibujante está soberbio. Joshua Cassara es uno de los dibujantes de Marvel en mejor forma. Cada página es un impresionante abanico de habilidades, en el detalle, en la narración, en el dinamismo. Te coge por el cuello y no te suelta, pudiendo adaptarse a un cómic de superhéroes, de ahí a uno de terror a una ligera comedia. Es el futuro de Marvel, dicho en corto.
X Force sigue siendo siendo la segunda serie en importancia de la nueva franquicia mutante. Y cumple su papel de sobra. Es la más en forma de las series, y la que más consistencia propia tiene, nada está de más ni de menos. Hay acción, fondo y sobre todo, muchas sorpresas.