Nueva entrega en gran formato de las obras que Peach Momoko va realizando a medida que amplía sus horizontes en su Universo Marvel adaptado a las leyendas de demonios y seres sobrenaturales de Japón. Panini Comics sigue ofreciendo una visión única de los personajes de La Casa de las Ideas en Demon Wars.
Abriendo las puertas a otras franquicias
Cuando Peach Momoko inició esta andadura a base de One Shots, entregas unitarias pero que van enlazándose unas con otras bajo el denominador común del personaje de Mariko, lo hizo abrazando sobre todo el mito mutante de Marvel, dando relevancia a Mariposa Mental (en su encarnación Kwannon), Lobezno, Júbilo, Dientes de Sable, Juggernaut, Mística, Tormenta… pero también presentando a otras versiones muy relacionadas con Los Vengadores, como la Viuda Negra o Thor… incluso introdujo a Hulk.
En Marvel Demon Wars vamos a seguir teniendo a nuevos personajes de ambas líneas editoriales con un mayor equilibrio entre ellas, pues el peso de ciertos héroes que no habían aparecido anteriormente y la temática sobre la que gira la historia así lo definen.
Ver a un samurái con la armadura al completo y los colores rojo y dorado solo puede significar que estamos ante la encarnación de Iron Man pero con otra denominación, Bake Yoroi (Armadura de Cubo en japonés). Pero ese no es un detalle baladí o superfluo cuando vemos que el elegido para ser su rival es ni más ni menos que un guerrero llamado Yamato (Gran Paz en nipón), la encarnación del Capitán América en este relato. Si, damas y caballeros, estamos ante las Demon Wars, las Momoko Wars, las Guerras de Peach… la Civil War marveliana extrapolada a los mitos y leyendas del Japón.
No se vayan todavía, aun hay más
Nekomata (Gato de dos colas o bifurcado) es Pantera Negra pero también podemos ver al Halcón (Hayabusa), a un Spiderman (Kumosuke) de lo más arácnido y un Doctor Extraño también. Pero a medida que vamos avanzando y encontrando desenlaces imprevistos, también pasaremos a otros enfrentamientos curiosos dentro de Marvel, como el de la Bruja Escarlata en su versión villana ante algunos mutantes significativos que obtienen aquí una representación incluso cómica, no hay más que ver a Cíclope (Teoi-Hebi) o a Mercurio (Mentori). Pero la grandeza también merece mejores recreaciones, como la de Jean Grey, Fenix (Aosagi).
El cariño puesto por Momoko en todo es brutal. Ha ido dando su perfecto lugar a cada uno dentro de la mitología japonesa repleta de oni y yokai, demonios y criaturas mágicas ancladas a lugares reales como las faldas del Monte Fuji y su Bosque de Aokigahara. Da igual desde que perspectivas alcances la lectura de estos comics, la referencia marvelita te llevará a identificarlos sin mucho esfuerzo y si llegas desde Japón podrás encontrarte con esos personajes tan bien definidos dentro de tus propios mitos, es un camino de dos vías que se complementa, se retroalimenta, utiliza un elemento guía para asociar historias escritas tan diferentes como emblemáticas.
Entre acuarelas
Aparte de la ambientación y el aprovechamiento que hace de las tramas entrelazadas, Momoko destaca por ese dibujo repleto de trazos alargados que estilizan a los protagonistas, con esa Mariko solemne que armoniza la aventura, que deja volar su alma a ese mundo repleto de bestias y seres diversos, que obtiene una ligera sujeción a su realidad pero asume su papel con honor, sin pliegues por los que escapar de su responsabilidad, tal y como esperaríamos de Mariko Yashida, bajo su discurso habitual anclado en las raíces de su familia de alta nobleza, de una mujer emparentada de forma cercana con el mismísimo emperador, la figura deificada del gobernante de Japón, representante de los más altos valores de su sociedad.
La nota negativa de esta edición de Demon Wars la vamos a extraer de su precio de venta al público. Demon Days se publicó en España a finales de septiembre de 2022, contando con 256 páginas y a un precio de 40€. Ahora, a mediados de febrero de 2024 y con 168 páginas nos encontramos con el mismo precio, 40€ por 88 páginas menos.
Hablamos de un encarecimiento por página de más del 30 % del coste del tomo. En menos de año y medio. Queda muy bonito en este formato pero igual habría que plantearse editar este material en otros formatos, que pueda llegar a más público, porque lo cierto es que lo merece, aunque se reduzca un poco el tamaño y la calidad. Empezamos a vivir en unos márgenes en los que consumir este tipo de cultura está muy lejos del alcance de todos, un modelo que termina resultando discriminatorio porque este ritmo de subidas de precios no se corresponde con la realidad de lo que se ingresa en los hogares de los consumidores, factor importante para tener éxito y llegar al mayor número de aficionados.
