Sandman, la creación de Neil Gaiman recorre el mundo mientras Morfeo sufre en su celda, y en su camino siempre queda la muerte y la sangre.
ECC recupera la serie limitada sobre una de las pesadillas más populares de Sandman. El mundo creado por Neil Gaiman dio para mucho, sobre todo dejó una serie de personajes que calaron profundamente en los lectores, el Corintio fue uno de los más impactantes. Una pesadilla que tortura y asesina de forma brutal a los soñadores que entran en sus tierras, un “niño malo” del Rey del Sueño, que fue liberado en el mundo de la vigilia, y no sabía lo que es matar realmente a pesar de sus muchos asesinatos en el Sueño.
Principios del siglo XX, el mundo ha pasado por la Gran Guerra, la que acabará con todas las guerras, la ciencia avanza a pasos descomunales, el arte y la vida se desparraman por doquier. Y el Sueño está derrumbándose ante la falta de su señor Morfeo. Venecia se convierte en el refugio de las clases altas, de los extranjeros que buscan nuevas experiencias, de los adinerados y nobles, de las mentiras y de las fantasías de un puñado de personas que pertenecen a la élite. Nadie contaba con que el mundo de la vigilia se vería azotado por una pesadilla del Sueño, el Corintio recorre la Tierra, y quiere aprender a matar con sus propias manos.
La elección del título de la serie por Darko Macan y Danijel Zezelj remite a la historia corta de Mann, y sobre todo, a la película de Luccino Visconti. El paralelismo que las obras mantienen no es muy alto, el escenario, esa Venecia bella y vulgar, llena de fantasías y de mentiras, que en el cómic se convierte en el escenario del drama de una mujer que no puede evitar que se enamoren de ella, pero es una cruel y caprichosa amante, de un hombre rico en busca de novedades, y de un niño, que quiere aprender. En la película de Visconti el artista se enamora de la belleza, y en medio de la belleza nace el horror, la enfermedad, la podredumbre, y debe elegir entre el mismo y el objeto de su obsesión.
Macan toma la historia del Corintio poco después de haber abandonado el Sueño, cuando Morfeo ha sido atrapado, y construye la trama bajo una premisa clara, es una sesino fantástico, humo y espejos, una pesadilla, y cuando toma forma real, descubre que no ha asesinado jamás, solo ha fantaseado, tanto como sus víctimas, nunca la sangre ha corrido de verdad por sus manos. Una historia en la que el Corintio hace de aprendiz del arte más horrible, el asesinato, par aello influye en todos para concoer el porque se le niega ese placer, porque puede convocarlo, insuflarlo, pero no ejecutarlo. El secreto está en Venecia.
El guionista se encarga de darle un sentido a la personalidad de la pesadilla, pero no tendría sentido sin el descubrimiento del porqué se asesina, de porque se siente, y eso llegará a través de Coco. Falsa, mentirosa, quiere ser un sueño inmortal, una fantasía que nadie posea, y deja un rastro de sangre tras de sí. Y la misma Venecia, transformándose, cambiando de refugio de los vividores adinerados, y hogar de clases bajas que empiezan adoptar un sentimiento patriótico y de clase, equivocado, el del fascio.
Pero sobre todo, la estética es la que guía todo este desfile de perversión y muerte, de derrumbe de la sociedad, del decoro, y de asesinatos. Danijel Zezelj es un artista europeo y se atiene a unas reglas diferentes, sobre todo cuando esta obra vió la luz. Y la belleza se encuentra muchas veces en vaciar viñetas de elementos dejando elementos imprescindibles, o simbólicos. EL dibujante deja claro que cuenta la historia, y la llena de referencias a los temas que se tratan, decadencia, burguesa, la oscuridad del alma humana. Con un estilo que abusa de las tintas y los pinceles, es perfecto para mostrar lo negro del Corintio, que en ocasiones, queda por detras del negro de la humanidad y sus sentimientos.
Sandman presenta: El Corintio. Muerte en Venecia, es una obra que se publicó hace mucho en USA, y que ECC recupera para completar sus nuevas ediciones de Sandman, y las nuevas series del Universo Sandman. Es una obra pequeña y ligera, que se lee en un suspiro y demuestra que Vertigo no fue solo una racha de casualidades, si no un claro ejemplo de lo que podía surgir en una editorial con un buen número de autores y mucha libertad.