Mañana llega a nuestras pantalla ‘Skyline’, uno de los films más esperados de ciencia ficción junto a «Battle: Los Angeles»
Los hermanos Strause han aprovechado los recursos de su Compañía de efectos especiales, Hydraulx Visual Effects, en la que se han llevado a cabo trabajos como los de AVATAR, 300, 2012 o X-Men entre otros, para realizar ‘Skyline’.
Sinopsis:
En el ‘thriller’ de ciencia ficción ‘Skyline’, unas extrañas luces descienden sobre la ciudad de Los Ángeles, que atraen a la gente al exterior, como polillas a la luz. Una vez fuera, una aterradora fuerza extraterrestre empieza a llevarse a toda la población humana de la faz de la Tierra. En cuestión de horas, no quedará nadie.
Se suponía que el viaje de Jarrod (ERIC BALFOUR, de La matanza de Texas) y Elaine (SCOTTIE THOMPSON, de Star Trek (Star Trek XI)) al sur de California iba a ser una simple escapada de fin de semana para ir a ver al mejor amigo de Jarrod, Terry (DONALD FAISON, de la serie de culto de televisión Scrubs), y a su novia, Candice (BRITTANY DANIEL, de Club desmadre (Club Dread)), por el cumpleaños de éste.
Pero, cuando el amanecer parece llegar dos horas antes, provocado por una intensa e inquietante luz procedente de una fuente desconocida, su vida tal y como la conocen ha llegado a su fin. Desde las ventanas del ático de Terry, observan aterrados mientras por toda la ciudad la gente se ve atraída al exterior y desaparecen en inmensas naves alienígenas que cubren el cielo de Los Ángeles.
Ahora, tendrán que hacer acopio de todo su instinto de supervivencia para evitar ser capturados por las miles de monstruosas criaturas que recorren la ciudad en busca de cualquier humano que haya logrado escapar de su asalto inicial. Desde tanques a zánganos o extraterrestres parecidos a hidras, los alienígenas parecen imposibles tanto de eludir como de destruir. En el ‘thriller’ de ciencia ficción Skyline, el fin del mundo ha llegado… no hay más que asomarse por la ventana.
ACERCA DE LA PRODUCCIÓN
Desde su adolescencia, los hermanos COLIN y GREG STRAUSE (conocidos en conjunto como los hermanos Strause) han estado inmersos en el mundo de los efectos especiales. Empezaron sus carreras creando efectos visuales para vídeos musicales y anuncios publicitarios y montaron su propia compañía con sede en Santa Mónica, California, Hydraulx, que ofrece servicios completos de efectos visuales. Tras varios años de dirigir proyectos cortos, en 2007 los contrataron para encargarse de la última entrega de la taquillera saga que enfrenta a los brutales aliens contra los galácticos depredadores: Aliens vs. Predator 2. Cuando se plantearon realizar otra película, se dieron cuenta de que únicamente lo lograrían si pudieran encargarse internamente de la producción para poder controlar todos los aspectos de la misma.
Unas semanas antes de la festividad de Acción de Gracias de 2009, los hermanos estaban almorzando con el veterano supervisor de animación de Hydraulx, Joshua Cordes, y el guionista habitual de sus vídeos musicales y trabajos publicitarios, Liam O’Donnell. Empezaron a intercambiar ideas para un proyecto que pudieran realizar enteramente con su propio equipo.
O’Donnell comenta el proceso del equipo: “Llevaba cinco años trabajando con Greg y Colin, elaborando guiones e ideando planteamientos para sus anuncios y vídeos musicales. Kristian había trabajado como productor con ellos en un par de vídeos musicales que hicieron en Vancouver. Estábamos intentando calcular lo que podíamos hacer con nuestras propias cámaras y equipo, y acabábamos de rodar un vídeo musical con Joshua en el estudio de Hydraulx. Los hermanos tenían esos grandes espacios y nosotros teníamos esas alucinantes cámaras, así que nos preguntamos qué podíamos hacer para sacar el máximo partido a todo eso. Nos dimos cuenta de que Greg tenía una vista impresionante de la ciudad, y nuestra historia se convirtió rápidamente en el fin del mundo visto desde su ventana”.
Por casualidad, Cordes había escrito un guión de terror y decidió mostrárselo a sus viejos colaboradores. Según explica Cordes: “Mientras estaba escribiendo ese guión, se lo dejé a Liam para que lo leyera y me dijera qué pensaba. Entonces empezó a dejarme sus propios guiones y entablamos una relación de trabajo. Cuando los hermanos plantearon que hiciéramos algo internamente, Liam me sugirió que uniéramos fuerzas y abordáramos juntos este proyecto”.
A medida que el equipo comentaba ideas para el primer largometraje “casero” de Hydraulx, trataron de imaginar que podría suceder para hacer salir a cientos de miles de personas de sus casas y alzar la vista al cielo, justo para verse en ese momento elevadas por los aires hasta naves alienígenas, dejando la Tierra básicamente vacía. Sabían que podían lograr las impactantes imágenes que habían convertido a su compañía en el estudio de referencia para efectos visuales, pero también se dieron cuenta de que tenían preguntas importantes que responder a los espectadores. Una vez abducida toda la gente, ¿qué pasa con ella? ¿Qué pueden hacer a continuación las personas que quedan para sobrevivir?
Los guionistas y los hermanos se preguntaron: “¿Y si los alienígenas vinieran a nuestro planeta y nos engañaran?” Idearon el concepto de una “luz de sirena”, a partir de los relatos de la mitología griega de mujeres exóticas que cantaban para atraer a los marinos y que estrellaran sus barcos en los arrecifes. Al emitir un hermoso y seductor sonido que picara nuestra curiosidad, la luz nos haría asomarnos rápidamente a la ventana a mirar. Al hacerlo, queríamos reducidos a zombis indefensos y nos harían salir de nuestras casas. Una vez fuera, seríamos presa fácil para ser abducidos por los alienígenas.
El director Colin Strause prosigue explicando: “Es una épica historia de abducción extraterrestre visualmente impactante, con excelentes personajes y mucho corazón. La premisa es una abducción en masa a escala global. Por ejemplo, la mayoría de la gente que fuera por una autopista y viera un accidente se pondría a mirar. Si alguna entidad utilizara esta debilidad instintiva en nuestra contra, podría acabar con nosotros en un instante. Es un suceso que nos hace a todos iguales. Todo se va al traste en ese momento y se trata de intentar sobrevivir a lo que muy bien podría ser el fin del mundo”.
Colin Strause recuerda que lo que más interesaba a su hermano y a él era que su visión para Skyline no se viera comprometida, ya que tenían capacidad suficiente para hacer una película independiente de enorme escala. “Una de las cosas más alucinantes de lo que hicieron los realizadores responsables de Paranormal Activity es que pudieron hacerlo todo por sí mismos”, comenta. “No tuvieron que responder ante nadie. Pensamos: ‘Eso podríamos hacerlo nosotros, pero podríamos hacerlo 100 veces más grande… porque tenemos un estudio de efectos especiales, hemos trabajado en casi 70 películas y tenemos nuestro propio equipo».
Junto con su hermano Greg, sabía que seguir adelante con este proyecto de forma independiente sería liberador y limitaría lo que tendrían que ceder ante las peticiones de un estudio que se encargara de la financiación. “Si te gastas 100 millones de dólares en una película, un estudio va a querer lo que siempre quieren los estudios”, agrega Colin Strause. “Siempre va a haber algún tipo de compromiso. Mientras que, si es nuestro dinero, no hay ningún compromiso”.
Greg Strause se muestra de acuerdo: “Una de las razones por las que emprendimos la producción de Skyline era que, en los tiempos que corren, los presupuestos de las películas se han vuelto descomunales. Al mismo tiempo, los estudios de cine han reducido en general el número de películas que producen. La situación estaba llegando a un punto crítico. Así que nos dijimos: ‘Vamos a rodar una película por nuestra cuenta’. Skyline ha pasado de simple concepto a película con fecha de estreno en menos de un año”.
Al decidir hacerlo por su cuenta, sabían que necesitaban una mejor organización para sacar adelante el proyecto que la de una superproducción de gran presupuesto. “Uno de los factores que hicieron todo tan eficiente fue nuestra ‘estructura de poder’, como la llamamos nosotros”, prosigue Greg Strause. “El comité, el dragón de múltiples cabezas, en nuestro caso no tenía más que cinco: Liam, Josh, Kristian, Colin y yo. Nos resultaba sencillo hacer una piña entre todos. Llevamos casi una década trabajando juntos con Josh y más de cinco años con Liam. Conocemos a Kristian desde hace unos 10 años. Y todos hablamos el mismo idioma”.
El grupo tan unido que habían formado haría mucho más eficiente el casting, el diseño, el rodaje y el montaje de Skyline. Tampoco venía mal que dos hermanos se encargaran de dirigir todo el proceso. Según explica Cordes: “Al contar con codirectores y al ser hermanos, permite una mayor colaboración”.
O’Donnell agrega: “Al mismo tiempo, son hombres de negocios; son conscientes de las implicaciones financieras de un día de rodaje. Hydraulx cuenta con 120 empleados. No ruedan frívolamente ni se pasan del presupuesto o del plan de rodaje para alimentar sus egos”.
Para demostrar que Skyline podía hacerse con el presupuesto y el calendario que habían imaginado, el equipo de producción preparó un tráiler de avance en un solo día de rodaje y se hizo con la financiación necesaria para una película completa (y preventas internacionales) en la edición del Festival Internacional de Cine de Berlín de febrero de 2010. Según explica Greg Strause: “Dijimos a nuestros inversores: ‘¡Aquí tienen! Esto lo hicimos en un solo día de rodaje, echen un vistazo a este avance’. Todos quedaron convencidos y pensaron que podíamos lograrlo. Y entonces se puso todo verdaderamente en marcha”.
Tanques, hidras y zánganos: la creación de las criaturas
Al ponerse a diseñar a los invasores alienígenas, el equipo se preguntó qué clase de seres inteligentes nos atacarían cuando somos más vulnerables… a altas horas de la madrugada, justo antes de amanecer. Aunque lo habitual en películas de ciencia ficción es que los invasores lleguen en grandes naves espaciales metálicas, cuando el grupo se planteó qué aspecto tendrían sus criaturas… decidieron que sus naves alienígenas deberían ser orgánicas.
Como su intención era hacer de Skyline algo diferente y original, el equipo de realización se preguntó: “¿Y si no es una nave nodriza? ¿Y si no es más que un gigantesco organismo, y todo está biológicamente diseñado?”. Los alienígenas clave de la película son la inquietante luz de sirena, los tanques, los zánganos y la hidra. Los hermanos explican sus distintas funciones. “La luz de sirena es similar a esos peces de las profundidades marinas que llevan flotando delante un señuelo con una luz que atrae a los demás peces”, explica Colin Strause. “Después, están los tanques, que son criaturas de tamaño King Kong, con tentáculos, que sirven como equipo de limpieza. Son los que se encargan del trabajo pesado, descienden a la superficie y aplastan toda resistencia que puedan oponer los humanos. También hay criaturas llamadas hidras y zánganos”.
Al iniciar la preproducción, los hermanos se fijaron en cierto cefalópodo como fuente de inspiración.
“Una de las referencias de movimiento con que contábamos era la del pulpo”, señala Colin Strause. “Tienen tentáculos para sustentar su peso, y su movimiento es como una especie de extraño ballet, fluido y hermoso. También pueden ser realmente aterradores y centrarse en objetivos concretos. Nos sirvieron como animación básica de referencia para el zángano y la hidra. Para el tanque, tendimos mucho más a la idea de un gorila. Más que una propulsión de gravedad cero, utiliza otra basada más bien en la propia física. Por ejemplo, el gran hermano que desciende para comprobar cómo va todo tendría lógicamente que bajar hasta la superficie. Desde el primer momento se trató de una especie de gorila de 20 metros cabreado que avanza a todo galope”.
El equipo de Skyline incorporó al proyecto al estudio de efectos visuales Amalgamated Dynamics, Inc. (ADI) para que los ayudara con los diseños de criaturas, y las criaturas de la película están diseñadas por el equipo de Alec Gillis y Tom Woodruff, Jr. El productor O’Donnell señala que todo el equipo disfrutó mucho inventando alienígenas partiendo de cero. Al tratarse de la primera entrega de una posible serie, no había ningún tipo de expectativa sobre el aspecto y el estilo que pudieran tener los alienígenas. Comenta: “Resulta liberador preguntarse: ‘¿Y si esta criatura tiene tentáculos que le salen de los brazos?’ No hay que ponerse a revisarlo todo para que coincida con ninguna historia ni canon anteriores. Fue fantástico poder crear nuestra propia mitología, biología y modus operandi de cómo acaban con nosotros”.
“Sabíamos que los monstruos tenían que resultar icónicos”, explica el guionista Cordes. “Queríamos ver qué se le ocurría a ADI sin ningún tipo de limitación al respecto. El zángano definitivo se sacó de uno de los diseños originales de los tanques y se convirtió en un monstruo más pequeño de la película. En solo un día de trabajo de diseño ya tenían la nave insignia alienígena principal. Y en posproducción agregamos bioluminiscencia a las criaturas, lo que añadió toda una nueva dimensión. Nuestro diseñador principal en Hydraulx, KINO SCIALABBA, ideó todos los increíbles diseños de naves, que distinguen realmente a esta película de sus predecesoras”.
La producción quería rendir homenaje a la obra de Hitchcock y Romero y que los acontecimientos se sucedieran a ritmo vertiginoso, manteniendo en todo momento el interés de los espectadores en unos personajes que no pueden salir de un único escenario. Conscientes de que la posición estratégica de los personajes resultaba clave para entender la magnitud de la destrucción y de las criaturas, el equipo necesitaba asegurarse de que todas las imágenes fueran impactantes.
O’Donnell recuerda una historia de cómo evolucionó este proceso del papel a la pantalla de ‘Skyline’:
“Había una línea en el guión que comentaba que los personajes se ponían a observar un tiroteo a lo lejos a través de un telescopio. Se supone que no se iban a ver más que unas columnas de humo y unas explosiones. En vez de eso, a Colin se le ocurrió que molaría ver a un tanque despedazando gente, volcando un camión y aplastándolos. Eso es mucho mejor que unas explosiones en el horizonte”.
Los hermanos eran plenamente conscientes de que, al contar con su propio estudio de efectos especiales, no había límites a lo que podían hacer, así que dieron a su equipo total libertad para hacer más y más grandes sus diseños de monstruos. Al fin y al cabo, no había razón alguna por lo que los invasores alienígenas tuvieran que ser proporcionales a los humanos que estaban secuestrando. Según recuerda el productor Andresen: “Pasamos de un tanque de 6 metros de altura a uno de 20 metros porque Colin y Greg pensaron que tenía que parecer que el tanque podía llegar hasta el décimo piso. Así que todos dijeron: ‘Muy bien… ¡pues que sean alienígenas de 20 metros!’”.
Su hermano ofrece más detalles sobre estas últimas criaturas. “Las hidras son como un cruce entre medusas voladoras y cazas de combate”, observa Greg Strause, “mientras que los zánganos son las criaturas más pequeñas que tenemos en Skyline. Su reducido tamaño les permite entrar en los edificios, buscar y dar caza a cualquier rezagado que se dejaran las sirenas durante la fase inicial de abducciones”.