Jon Hamm y Daniel Radcliffe protagonizan la miniserie ‘A young doctor’s notebook’
Me acerqué a ‘A young doctor’s notebook’ por la curiosidad de ver a Jon Hamm fuera de la genialidad de su personaje Don Draper (‘Mad Men’); su compañero de rodaje, Daniel Radcliffe (‘Harry Potter’), también me despertaba cierto interés, y si además la producción es británica (Sky Arts), ya poca duda cabe de que, como poco, vas a ver algo diferente.
La premisa también prometía, el diario de un doctor recién licenciado que ejerce en la Rusia de principios del siglo XX, relato basado en las historias semibiográficas de Mikhail Bulgákov. Si la miniserie son cuatro capítulos de 25 minutos ya no hay nada que puedas hacer, la vas a ver sí o sí.
‘A young doctor’s notebook’ (en castellano sería algo así como ‘Diario de un joven doctor’) nos presenta a Hamm (el doctor mayor), quien participó en la I Guerra Mundial y lucha por recomponerse tras las tragedias vividas en el conflicto bélico. Lo novedoso es la forma en la que revive su pasado, al leer el diario que escribió en sus comienzos interactúa con su yo joven (Radcliffe), y de esta manera huye de su realidad actual, repleta de unos avances en los que no ya no se siente tan cómodo.
Como no podía ser de otra manera, en la producción no falta el humor negro, pero oscuro oscuro, de ese que te hace incluso sentir mal cuando te ríes. Todo ello perfectamente envuelto en una fotografía fría y oscura. La verdad es que a Jon Hamm se le dan bien los personajes que bajan a los infiernos. La actuación de Daniel Radcliffe me ha sorprendido gratamente, quizá el ser un fan declarado de la obra de Bulgàkov ha sido determinante para saber meterse en la piel del joven doctor.
La serie se emitirá en Estados Unidos este otoño y ya ha sido renovada para una segunda temporada, aunque todavía se desconoce de cuantos capítulos constará. En España el servicio de ‘streaming’ Wuaki adquirió los derechos de distribución junto con los de ‘Doctor Who’ y se pueden ver en su página web si se tiene contratado el plan Premium.
La miniserie es de visionado obligado, y más en estas épocas de ‘blockbusters’ y series palomiteras. Se agradece un visionado corto, intenso y algo ‘gore’.